Científicos de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaron que no se necesitan inyecciones de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 para la población en general.
Los científicos aseguraron, en un artículo publicado en la revista médica The Lancet, que se necesitaba más evidencia para justificar el refuerzo. Esa opinión no coincide con los planes del gobierno de Estados Unidos de comenzar a ofrecer otra ronda de vacunas a muchos ciudadanos completamente vacunados la próxima semana, dependiendo de la aprobación de los reguladores de salud.
La OMS ha argumentado que las vacunas se siguen necesitando para ocuparlas en las primeras dosis en todo el mundo.
“Cualquier decisión sobre la necesidad de un refuerzo o el momento del refuerzo debe basarse en análisis cuidadosos de datos clínicos o epidemiológicos adecuadamente controlados, o ambos, que indiquen una reducción persistente y significativa sobre la enfermedad grave”, escribieron los científicos en la revista médica.
La evaluación de riesgo-beneficio debería considerar la cantidad de casos graves de COVID-19 que se esperaría que prevenga el refuerzo, y si es seguro y efectivo contra las variantes actuales, afirmaron.
“Por consiguiente, la evidencia actual no parece mostrar la necesidad de un refuerzo en la población general, en la que la eficacia contra enfermedades graves sigue siendo alta”, escribieron los científicos.
Algunos países han comenzado campañas de refuerzo de dosis contra el COVID-19, incluido Israel, brindando algunos de los datos sobre los que la administración Biden ha defendido la necesidad de inyecciones adicionales.
Los autores del artículo incluyeron a la jefa de la Oficina de Investigación y Vacunas de la FDA, Marion Gruber, y al subdirector Phil Krause, quienes planean dejar la agencia en los próximos meses.
De igual manera, reconocieron que algunas personas, como las inmunodeprimidas, podrían beneficiarse de una dosis adicional.
Es posible que se necesite un uso más amplio de refuerzos en el futuro si hay una disminución de la inmunidad a la vacunación primaria o si evolucionan nuevas variantes que hagan que las vacunas ya no protejan contra el virus, dijeron.
Las dosis de refuerzo también podrían ser riesgosas si se introducen demasiado pronto o con demasiada frecuencia, escribieron los científicos.
Los autores del artículo incluyeron a los principales científicos de la OMS como Soumya Swaminathan, Ana-Maria Henao-Restrepo y Mike Ryan.
“Los suministros de vacunas actuales podrían salvar más vidas si se usan en poblaciones no vacunadas previamente”, según los autores.