Saltarse el desayuno ha generado un sinfín de dudas sobre si es benéfico o no, pero un nuevo estudio revelado en una publicación de la Escuela de Medicina de Harvard señala que es perjudicial para la salud.
Con información de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición 2005-2016, en Estados Unidos, y retomada por la Universidad de Harvard, un estudio confirmó que las personas que se saltan el desayuno tienden a ingerir menos nutrientes vitales, como calcio, vitamina C y fibra.
“Esto es debido a que no consumen los alimentos típicos de la mañana como puede ser lácteos, cereales y fruta”, retomó Harvard.
También se descubrió que, al saltarse el desayuno, las personas no llegan a ingerir las dosis diarias recomendadas de ácido fólico, hierro y vitaminas A, B 1, B 2, B 3 y D.
El estudio reveló que las personas que se saltan el desayuno tienden a comer más entre horas, lo que se traduce en más azúcares añadidos, grasas y carbohidratos.
“Los que no desayunaron consumieron significativamente más carbohidratos, grasas totales y saturadas y azúcares añadidos durante el almuerzo, la cena y los refrigerios, que los que consumieron el desayuno”, dice el documento.
Además, la investigación concluyó que “el consumo habitual de desayuno se asoció con un menor riesgo de enfermedades crónicas, así como con una mayor ingesta de micronutrientes”.
“El desayuno brinda una oportunidad única de consumir micronutrientes importantes que pueden estar menos presentes en las comidas posteriores”.
Revista de Harvard
Metodología del estudio
Para llegar a estos resultados, un grupo de investigadores analizó los datos nutricionales de 30 mil adultos, parte de ellos se saltaban regularmente el desayuno y otros lo comían de manera periódica.
El estudio tomó de referencia la ingesta de micronutrientes para el día total y se comparó con el Requerimiento Promedio Estimado (EAR) o Ingesta Adecuada (AI).