La Navidad es una festividad que levanta tanto entusiasmo como animadversión, dependiendo de la persona, y tal fenómeno polarizante provoca un cambio en el cerebro para ambas partes, ya sea que disfrutes de las tradiciones navideñas o las evites por completo, según científicos de la Universidad de Copenhague.
¿Cómo cambia tu cerebro con la Navidad?
De acuerdo con un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, existen diferencias en la actividad cerebral entre las personas que han celebrado la Navidad desde su infancia y tienen una actitud positiva hacia dicha festividad en diferencia de quienes no acostumbran a celebrarla.
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“Existe una ‘red de espíritu navideño’ en el cerebro humano que comprende varias áreas corticales. Esta red tuvo una activación significativamente mayor en personas que celebran la Navidad con asociaciones positivas en comparación con personas que no tienen tradiciones navideñas y asociaciones neutrales”.
Estudio publicado por la Universidad de Copenhague
En este sentido, los científicos observaron cambios en la corteza motora sensorial, la corteza motora primaria y premotora y el lóbulo parietal en quienes gozan de las festividades navideñas, mientras en el otro grupo no se acreditaban estas reacciones.
¿Qué pasa en tu mente si eres un “Grinch”?
Quienes tienen presentes las tradiciones navideñas reaccionan activando la memoria y las sensaciones motoras. Según el estudio, la Navidad activa evocaciones y recuerdos profundos, y esa es la razón por la que el cerebro presenta un patrón de activación diferente en estas fechas que en otros momentos del año.
Por el contrario, hay que considerar que las fiestas decembrinas conllevan una convivencia estrecha tanto con amigos como con la familia y este simple hecho provoca los cambios más significativos en el cerebro de las personas:
- Si te gusta la actividad social: Se libera más oxitocina y dopamina, hormonas relacionadas con el placer y la felicidad.
- Si te sientes obligado a convivir: Se sufre estrés y generaremos más cortisol, la hormona asociada a estados de agresividad, además de ser proinflamatoria.
¿Cómo nos cambia el hecho de comprar regalos de Navidad?
De acuerdo con la compañía de asesoría a compañías nacionales e internacionales, Deloitte, cada persona gastó apróximadamente 631 euros en regalos de Navidad, es decir, 12 mil 967 pesos, lo que producie satisfacción emocional a pesar del gasto monetario que conlleva.
El estudio revela que al comprar los obsequios nevideños, la generosidad nos hace generar dopamina y endorfinas, dos hormonas vinculadas a las sensaciones de bienestar. Por el contario, no recibir ni hacer un presente no genera ningún cambio, pero es posible ser sacudido por una cierta sensación de tristeza.
Los investigadores reconocieron que se necesita más trabajo para comprender este y otros posibles circuitos de vacaciones en el cerebro. “Aunque alegres e intrigantes, estos hallazgos deben interpretarse con cautela”, remataron.
