El cambio climático ya ha aumentado la frecuencia y la gravedad de los huracanes y otros fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo. Pero hay una amenaza más pequeña y menos llamativa en el horizonte que podría causar estragos en las costas de Estados Unidos, advierte la NASA.
Las inundaciones de marea alta, también llamadas “inundaciones molestas”, ocurren en áreas costeras cuando las mareas alcanzan aproximadamente 0,6 metros por encima de la marea alta promedio diaria y comienzan a inundar las calles o filtrarse a través de los desagües pluviales.
Estados Unidos experimentó más de 600 de estas inundaciones en 2019, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Pero ahora, un nuevo estudio dirigido por la NASA advierte que las “inundaciones molestas” se convertirán en una ocurrencia mucho más frecuente en Estados Unidos.
Y será en la década de 2030 cuando se registren de tres a cuatro veces más días de inundaciones con marea alta; cada año durante al menos una década.
El estudio, publicado el 21 de junio en la revista Nature Climate Change, advierte que estos días adicionales de inundaciones no se distribuirán de manera uniforme durante el año, sino que es probable que se agrupen en el lapso de unos pocos meses.
Las áreas costeras que ahora enfrentan solo dos o tres inundaciones al mes pueden enfrentar pronto una docena o más.
Estas temporadas prolongadas de inundaciones costeras causarán importantes trastornos en las vidas y los medios de subsistencia si las comunidades no comienzan a planificarlas ahora, advirtieron los investigadores.
Factores que provocan el aumento
Por un lado, hay un aumento del nivel del mar. A medida que el calentamiento global calienta la atmósfera, el hielo de los glaciares se está derritiendo a un ritmo récord, arrojando enormes cantidades de agua de deshielo al océano.
Como resultado, el promedio mundial del nivel del mar ha aumentado entre 21 a 24 centímetros desde 1880, y alrededor de un tercio de ese nivel ha ocurrido solo en los últimos 25 años, según la NOAA.
Para el año 2100, el nivel del mar podría subir 0,3 m a 2,5 m por encima de donde estaban en 2000, dependiendo de qué tan bien los humanos restrinjan las emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas.
Si bien el aumento del nivel del mar por sí solo aumentará la frecuencia de las inundaciones de marea alta, tendrán un poco de ayuda del cosmos, específicamente, la Luna.
La Luna y su influencia
La Luna influye en las mareas, pero el poder de atracción de la Luna no es igual de un año a otro; la Luna en realidad tiene un “bamboleo” en su órbita, alterando ligeramente su posición relativa a la Tierra en un ciclo rítmico de 18,6 años.
Durante la mitad del ciclo, la Luna suprime las mareas en la Tierra, lo que resulta en mareas altas más bajas y mareas bajas más altas. Durante la otra mitad del ciclo, las mareas se amplifican, con mareas altas más altas y mareas bajas más bajas, según la NASA.
Actualmente estamos en la parte del ciclo de amplificación de la marea; el próximo ciclo de amplificación de la marea comienza a mediados de la década de 2030; y, para entonces, los niveles globales del mar habrán aumentado lo suficiente como para hacer que esas mareas altas más altas de lo normal sean particularmente problemáticas, mencionaron los investigadores.
A través del efecto combinado del aumento del nivel del mar y el ciclo lunar, las inundaciones por marea alta aumentarán rápidamente en toda la costa de Estados Unidos, escribió el equipo.
En poco más de una década, las inundaciones de la marea alta pasarán “de un problema regional a un problema nacional con la mayoría de las costas estadounidenses afectadas”, señalaron los autores.
Otros elementos del ciclo climático, como los eventos de “El Niño”, harán que estos días de inundaciones se agrupen en ciertas partes del año, lo que resultará en meses enteros de incesantes inundaciones costeras.
“Entender que todos sus eventos están agrupados en un mes en particular, o que podría tener inundaciones más severas en la segunda mitad de un año que la primera, esa es información útil”, dijo el coautor del estudio Ben Hamlington del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.