Un bebé prematuro de 35 semanas de embarazo nació con una cola humana de 12 cm y una bola en el extremo, en el Hospital Infantil Albert Sabin (HIAS) en Fortaleza, Brasil.
Según los reportes médicos, el bebé nació con un apéndice cutáneo de 12 cm en la región paravertebral lumbosacra izquierda, una anomalía congénita rara que representa un rastro embrionario.
La valoración inicial del recién nacido reveló ictericia, coloración amarilla en la piel, de nivel III de Kramer , una sola arteria umbilical y la presencia de un apéndice fibroelástico redondeado de aproximadamente cuatro centímetros en su diámetro mayor, sostenido por un cordón fibroso de 12 cm en la parte trasera del menor.
Por ello, los médicos realizaron una investigación que ayudara a identificar una posible afectación neurológica, como responsable de la cola del bebé, pero no obtuvieron evidencia de un daño de este tipo.
Debido a que el paciente no presentó otras alteraciones sistémicas, los especialistas decidieron someterlo a un procedimiento quirúrgico para retirar la cola al bebé.
La cirugía para retirar la cola del recién nacido fue realizada con éxito y sin complicaciones, según indica un artículo publicado en el Journal of Pediatric Surgery Case Reports, por los especialistas que atendieron el caso.
“Luego de análisis clínicos y exámenes de imagen, no identificamos ningún componente neurológico, lo que hizo menos compleja la cirugía de remoción”, dijo, al diario brasileño O POVO, el Humberto Forte, médico pediatra residente del hospital.
La cola, según los datos obtenidos tras las pruebas realizadas al bebé, revelaron que tenía una estructura apendicular recubierta por piel, tejido adiposo, muscular y conectivo neural, además de grandes ramas vasculares, pero con ausencia de tejido óseo o cartilaginoso.
Sobre qué causó que este bebé naciera con cola, Forte dijo que “aún no hay una causa concreta definida”. Sin embargo, destacó que “la teoría más aceptada es una alteración en la regresión de la cola embrionaria que todos tenemos durante nuestra fase de desarrollo”, pero destacó que la etiología de la alteración aún no ha sido definida”.
De acuerdo con la publicación de este caso, los reportes de bebés con cola se han descrito desde finales del siglo XIX, y estos no tienen ninguna relación con el género de quienes nacen con esta condición.
Frecuentemente, dijeron los estudiosos, las colas en bebés se asocian en el 60% de los casos con eosinofilia, 30% con lipomas y 26% con el anclamiento de la médula espinal u otras malformaciones congénitas.