Mujeres en la ciencia, así han contribuido a la lucha por la igualdad

mujeres en la ciencia
Las mujeres han contribuido al desarrollo de la ciencia. | Foto: Shutterstock.

A lo largo de la historia, un gran número de mujeres de todas las edades y latitudes han impactado con su trabajo e ideas distintos campos de conocimiento. Uno de ellos es el de las ciencias. Nombres como Marie Curie, Katya Echazarreta y Julieta Fierro forman parte de las mujeres que con su “rebeldía” desafiaron los estereotipos, estándares y creencias de su época.

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Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, te presentamos algunas de las mujeres que han destacado en las ciencias y forman parte de la serie #MujeresEnLaCiencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuya intención es visibilizar el trabajo del género femenino en este campo del conocimiento.

Mujeres en la ciencia

Katya Echazarreta, astronauta

Katya es un orgullo joven para México. Ella es la primera mexicana en viajar al espacio, y una de las más jóvenes en hacerlo. Con su ejemplo y activismo, inspira a otras niñas y mujeres a alcanzar sus sueños.

Desde pequeña, Katya tuvo claro que “el cielo no era el límite” y por eso, puso todo su esfuerzoy dedicación en su carrera al espacio.

Egresó de la Universidad de California como ingeniera eléctrica y realió sus pasantías en la NASA. Sin embargo se enfrentó a comentarios ofensivos, pues le decían que “no merecía estar ahí por ser una mujer mexicana”.

A pesar de eso, en 2019 se presentó al Programa de Astronautas Ciudadanos de Space for Humanity donde fue seleccionada de entre siete mil aspirantes. Así, Katya Echazarreta se convirtió en la primera mexicana en viajar al espacio y lo hizo a bordo de la misión Blue Origin NS-21.

Foto: UNAM.

Julieta Fierro, astrónoma

Julieta es de esas mujeres que inspira con su rebeldía y creatividad en el escenario. Nació en 1948 y desde niña se enamoró de las matemáticas. Con el paso del tiempo, descubrió que junto con la física había encontrado la base del conocimiento del mundo.

Y aunque su padre quería que se dedicara al hogar, ella lo convenció para dejarla estudiar, por tal motivo ingresó a la UNAM donde estudió física, astrofísica y se especializó en materia interestelar y estudios sobre el sistema solar.

Desde hace 53 años, Julieta Fierro es profesora e investigadora en la máxima casa de estudios de México. En 2023 fue nombrada Miembro Honorario de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias.

Sin embargo, además de su trabajo Julieta se ha ganado el reconocimiento de muchas personas a través de sus conferencias y apariciones en programas de radio y televisión.

Foto: UNAM.

Xyoli Pérez-Campos, ingeniera geofísica

Xyoli Pérez-Campos estuvo al frente de una de las instituciones más valoradas, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y hoy es directora de una institución internacional que evita las pruebas nucleares.

Su inquietud desde pequeña la llevó a incursionar en un área que estaba, y aún sigue, dominada por hombres, las matemáticas y la física, por lo que estudió ingeniería física. Su interés por la geofísica se despertó durante el terremoto de 1985 en la Ciudad de México.

Y a pesar de que no había muchas sismólogas, Xyoli decidió especializarse en geofísica y estadística. Lo que con el tiempo la llevó a convertirse en la primera mujer en dirigir el Servicio Sismológico Nacional. Allí creo una cultura de prevención y acercó los datos a la sociedad mexicana a través de la divulgación de la ciencia.

Además de haber sido profesora e investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM y una mujer que inspira, actualmente en pro de la Tierra y la humanidad es directora del Sistema Internacional de Vigilancia y busca que no se realicen pruebas nucleares.

Foto: UNAM.

Helia Bravo, bióloga

Helia Bravo no sólo es la “reina de las cactáceas”, también ha inspirado a generaciones de biólogos dentro y fuera de México.

Helia recibió comentarios negativos de sus compañeros de universidad por ser mujer y dedicarse a la ciencia. Sin embargo, ella siguió su pasión con amor y coraje, lo que la llevó a recorrer sierras, montañas, desiertos para clasificar y nombrar cactáceas.

Fue pionera en el estudió de las cactáceas, una variedad de plantas por la que nadie se había interesado. Su trabajo contribuyó a la fundación del Jardín Botánico de la UNAM y de de distintos jardines en toda la República. Además, ha sido fuente de inspiración para muchas generaciones en la biología.

“El motivo de mi vida fue la biología y las cactáceas. Dediqué casi mis 100 años a mi ciencia preciosa. Gracias a ella vivimos, gracias a ella conocemos la naturaleza de la que somos parte”, decía Helia.

Foto: UNAM.

Hipatia

Hipatia era una mujer en Alejandría, hija del filósofo Teón, que logró tales alcances en literatura y ciencia, que sobrepasó en mucho a todos los filósofos de su propio tiempo.

Hipatia es una de las primeras científicas que conocemos. Y es considerada la primera matemática, astrónoma y filósofa de la historia.

Inventó y mejoró una gran cantidad de instrumentos y herramientas como el astrolabio y el densímetro. Además, estudió y enseñó sobre ciencia en una época en la que a las mujeres no se les permitía acceder al conocimiento.

No obstante, sus ideas fueron un amenaza. Se le consideró símbolo del paganismo y la llamaron “bruja”, por su inteligencia, facilidad de expresión y belleza. Esto derivó en su brutal asesinato. Ésta es una historia que no debe repetirse.

Foto: UNAM.

Marie Curie, científica

Marie Curie no sólo fue una eminente científica, también tuvo gran sentido social y rebeldía. Nació en Polonia, y aunque fue a la escuela, el gobierno ruso prohibía a las mujeres asistir a la universidad. Pero Marie se involucró en la “Universidad volante”, una organización estudiantil que daba clases en secreto y la cual admitía mujeres y enseñaba a obreros.

Ella fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel y la primera persona en ganarlo en dos categorías diferentes (física y química). También descubrió el radio y el polonio, y cambió fundamentalmente nuestra comprensión de la radiactividad.

Curie creía que la investigación científica era un bien público y defendía su utilidad, así que se negó a patentar sus investigaciones.

Foto: UNAM.

Chiaki Mukai, primera astronauta asiática

Chiaki rompió con los estereotipos de género al ser la primera mujer astronauta de Asia. Nació el 6 de mayo de 1952 en la ciudad de Tatebayashi, Gunma. 

Se abrió paso en la carrera espacial a través de la medicina, especializándose en fisiología y cardiología. Cuando el gobierno de Japón convocó a misiones de exploración espacial, Chiaki decidió postularse como astronauta. Fue seleccionada en 1985.

En 1994 se convirtió en la primera astronauta asiática en abordar el transbordador espacial Columbia. Chiaki hizo dos viajes espaciales donde realizó más de 80 experimentos sobre microgravedad, bilogía y fisiología.

Por sus aportes a la medicina espacial fue nombrada asesora de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) y vicepresidenta de la Universidad de Ciencias de Tokio.

En 1998, se unió a John Glenn de la NASA y otros en una misión experimental como especialista en carga útil.

Foto: UNAM.

Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, investigadoras

La investigadora francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna son dos investigadoras que fueron galardonadas con el Premio Nobel de Química 2020 por el desarrollo de un método para editar el genoma, denominado: CRISPR/Cas9.

CRISPR/Cas9 es una  herramienta para reescribir el código de la vida que puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias.

Foto: UNAM.

Sandra Myrna Díaz, bióloga

Sandra Myrna Díaz es un ejemplo de la lucha contra el cambio climático. Motivo por el cual se hizo acreedora al Premio Nobel de la Paz en el año 2007.Esta mujer argentina ha alzado la voz para dar a conocer la urgencia de conservar la biodiversidad, aunque los intereses económicos quieran lo contrario.

Sandra nació en octubre de 1961, es bióloga de profesión y su especialidad es el estudio del impacto del cambio climático global sobre la biodiversidad regional de los ecosistemas vegetales. Ha investigado los efectos del uso de la tierra y los cambios de biodiversidad sobre la dinámica del carbono y la diversidad de la microbiota en los suelos. 

Participó en el desarrollo de un método que mide los beneficios y efectos que tiene la diversidad de plantas en un ecosistema. Además de medir el aprovechamiento para los humanos y su eficacia para contrarrestar el calentamiento global.

Su estudio de plantas está compilado en un catálogo que ella y su equipo crearon y se ha convertido en una gigantesca base de datos usada en todo el mundo. Su trabajo ha permitido desarrollar políticas de conservación y manejo sostenible en diferentes países.

Foto: UNAM.

Eloísa Díaz Insunza , médica cirujana

Eloísa Díaz Insunza, médica cirujana, fue la primera mujer en estudiar medicina y ejercer esa profesión en Chile y Sudamérica. Durante su vida profesional realizó diversos aportes desde instituciones de carácter público, principalmente en el área de la higiene, la salud y alimentación infantil en las escuelas primarias.

Eloísa nació en junio de 1866. En 1881 postuló a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, donde logró ingresar y se convirtió en la primera mujer chilena y sudamericana en realizar sus estudios superiores, ya que hasta 1877 en Chile no había una ley que permitiera a las mujeres estudiar en la universidad.

Sin embargo, enfrentó prejuicios en las aulas por ser la única mujer, incluso tenía que tomar clases separada de sus compañeros hombres por un biombo. Pero Eloísa “derribo los biombos” y se gradúo con honores, convirtiéndose en la primera médica cirujana de Chile y Latinoamérica.

Durante su carrera implementó policlínicas para las personas de escasos recursos. Fue nombrada mujer ilustre de América por el Congreso Científico Internacional de Medicina e Higiene por sus aportaciones a la medicina social infantil. Y es que, fue ella quien buscó que las escuelas tuvieran servicios dentales, desayunos obligatorios y vacunaciones.

Foto: UNAM.

Grace Nambatya, científica

Grace Nambatya es una científica ugandesa que ha dedicado su vida a investigar y probar el uso de hierbas africanas para tratar múltiples enfermedades. Entre sus estudios ha encontrado plantas con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antihipertensivas y antidiabéticas. Así como compuestos químicos que son base para desarrollar fármacos contra la osteoporosis.

Ante la pandemia de COVID-19, Grace lideró un equipo multidisciplinario para probar un fármaco natural con propiedades antivirales, antiinflamatorias e inmunológicas que aligeraba los malestares de la enfermedad.

Sin embargo, la mala percepción de la herbolaría ha complicado su labor, Nambatya ha trabajado en un marco legal para poder regularla y asegurar su funcionamiento.

Foto: UNAM.

Gerty Cori, médica

Gerty Cori y su esposo Carl respondieron una de las preguntas más fundamentales sobre cómo funciona el cuerpo humano. Juntos descubrieron cómo la glucosa es descompuesta por enzimas en el cuerpo para generar energía. Su investigación sentó las bases bioquímicas y moleculares en la fisiología y la patología.

Gerty fue la primera estadounidense en ganar un premio Nobel en una disciplina científica, y los Cori uno de los pocos matrimonios en ganar el premio.

En su equipo realmente había equidad, Gerty y Carl trabajaron juntos hasta el fin de sus vidas. Cuando le preguntaron cuál era el secreto de la felicidad, Gerty respondió: “el amor y la dedicación a tu trabajo”.

Sin embargo, aunque Gerty y su esposo siempre trabajaron igual, en el laboratorio no los trataban así. Muestra de ello es que ella recibía un salario cinco veces menor. Además, cuando en 1947 recibió el Premio Nobel de Medicina junto a su marido y Bernardino Houssay, pero al estar casada, las autoridades decidieron dividir el premio en dos y no en tres.

Foto: UNAM.

Tu Youyou, médica

Tu Youyou creyó que los remedios tradicionales eran una buena fuente de conocimiento, y basándose en ellos, descubrió un tratamiento contra la malaria que ha salvado miles de vidas.

En la época de Tu se buscaba otro tratamiento contra la malaria pues el que existía había dejado de ser efectivo ya que, el parásito se había vuelto resistente.

Youyou lideraba un equipo de investigación y, dados sus conocimientos, se basó en la medicina tradicional china. Encontraron una referencia al ajenjo dulce (artemisa annual) que se había utilizado para tratar las “fiebres intermitentes”, un síntoma de la malaria.

Por ello, aislaron el compuesto activo, la artemisinna, que era efectiva contra la malaria. Posteriormente Tu lo probó en ella misma y tras el éxito empezaron los ensayos clínicos y con ello los medicamentos.

YouYou es la primera científica de China continental que ha recibido un Premio Nobel en una categoría científica, y lo hizo sin un doctorado, un título de médico o formación en el extranjero.

Foto: UNAM.

Henrietta Lacks, tacabalera

El nombre de Henrietta Lacks, una tabacalera afroestadounidense es reconocido en el campo de las ciencias biológicas. Y aunque no era investigadora o académica sus células ayudan a salvar a millones de personas alrededor del mundo, incluso después de haber muerto.

La historia de Henrietta comenzó cuando un día fue al Hospital Johns Hopkins para que examinaran un bulto que tenía en el vientre, mismo con el que los doctores determinaron que tenía cáncer. Pero sin su conocimiento y consentimiento los médicos utilizaron esa muestra para realizar un cultivo en labortorario.

Si bien hasta entonces no había cultivos celulares exitosos, los especialistas se percataron que las células de Henrietta se duplicaban cada 24 horas. Aunque ella murió sus células se siguieron cultivando para probar tratamientos y desarrollar vacunas y medicamentos. De hecho, sus células se han vendido por todo el mundo.

Cuando sus hijos se enteraron que había células vivas de su madre, buscaron justicia, pero ésta sólo se ha limitado a completar estudios. Se reconoce la contribución de Henrietta Lacks por los avances que sus células significaron para la ciencia.

Foto: UNAM.

Katherine Johnson, matemática

Katherine Johnson fue la matemática que rompió las barreras en la NASA y que hizo posible que los humanos llegaran a la Luna, al realizar los cálculos necesarios. Tuvo una larga y fructífera vida, falleció a los 101 años.

En 1953 fue contratada junto a un grupo de mujeres afroamericanas como “computadora de la NASA”, para realizar cálculos precisos sobre distintas pruebas que ahí se realizaban. Sin embargo, tuvo que enfrentar malos tratos por parte de sus compañeros.

A pesar de ello, al poco tiempo de ingresar a la NASA, fue enviada al grupo de trabajo espacial para comprobar que los cálculos de los ingenieros aeronáuticos eran correctos. Ahí Katherine fue clave, pues realizó el cálculo de las trayectorias de los primeros vuelos espaciales de Estados Unidos y el aterrizaje en la Luna.

Foto: UNAM.

Françoise Barré-Sinoussi

Françoise Barré-Sinoussi descubrió el VIH y es líder en la lucha contra el SIDA. Su descubrimiento del virus derivó en análisis de sangre para detectar la infección y en medicamentos antirretrovirales que han convertido el SIDA de una sentencia de muerte en una enfermedad crónica manejable.

En 1982. médicos parisinos pidieron ayuda a Françoise ante la llegada de una nueva epidemia. En sólo dos semanas ella y sus equipo aislaron el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), lo que permitió desarrollar técnicas para su diagnóstico y tratamiento.

Fue hasta 1996 que se implementó la terapia antirretroviral. Por su descubrimiento, Françoise ganó el Premio Nobel de Medicina en 2008 junto a Luc Mantaigner.

Después de haber viajado a África y ver la magnitud de la epidemia, empezó a luchar incansablemente para que los medicamentos que tratan la enfermedad lleguen a todas las personas, principalmente las más marginadas.

Foto: UNAM.

Lynn Margulis, bióloga

Lynn Margulis revolucionó una de las teorías centrales de la biología y con ello cambió la forma de entender el mundo. Ella demostró que las células eucariontes surgieron de la unión de diferentes especies de bacterias hace unos mil 1500 millones de años.

También notó que hace mucho tiempo algunas especies de bacterias se asociaron y ambas se beneficiaron. Desafiando lo que se creía en su época donde sus colegas resaltaban que el papel de la competencia en la evolución. Sin embargo, ella acentuaba la importancia de la cooperación entre organismos.

Dicha asociación es lo que se conoce hoy como simbiosis, la cual destaca que una especie no sobreviviría sin la otra y que cada planta o animal es producto de esa asociación.

Con su Teoría Endosimbiótica, Lynn dio luz sobre el origen de las mitocondrias y cloroplastos y probó que los seres vivos no sólo cambian por competencia y depredación, sino que también lo hacen por cooperación (endosimbiosis).

Foto: UNAM.
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