Mucho se ha dicho sobre las altas temperaturas y los posibles daños a la salud, pero nuestro cuerpo no es lo único que podría resultar afectado, por lo que ahora en Unotv.com te traemos estos consejos para evitar que la ola de calor afecte tu auto más allá de usar refrigerante.
El clima es de las cosas que más afecta los vehículos, ya sea de cuatro ruedas o de dos, pues, aunque resistentes, tienen componentes que sin duda podrían resultar afectados por las altas temperaturas como las que se viven actualmente.
Tan sólo la automotriz Ford destaca que, aunque podrías no experimentar problemas que te obliguen a detenerte en tu trayecto, o que te dejen varado en plena calle, la potencia de tu auto es algo que se verá afectado por diversos factores causados por un incremento en las temperaturas, como el calor… También un descenso, como en invierno, provocará el mismo efecto.
En este punto, lo primero que destaca el fabricante estadounidense es que los automóviles pierden alrededor de cinco caballos de fuerza cuando la temperatura externa rebasa los 35 °C, pues el motor jala aire de afuera para enfriarse, además de que a mayores temperaturas el aire va perdiendo oxígeno, por lo que la mezcla de combustible no se quemará como debe, trabajando de más.
Además, la presión de las llantas presentará variaciones, que incrementarán la “pesadez” de tu auto, sumándose al hecho de que el asfalto caliente, que puede alcanzar los 50-60 °C, desgasta más rápido las rodaduras, así que además de tener menos energía de lo normal, habrá mayor resistencia en el suelo.
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¿Cómo evitar que la ola de calor afecte mi auto?
Sin embargo, hay varias cosas que se pueden hacer para reducir el impacto de las afectaciones, que, aunque inevitables al circular bajo el rayo del sol, sí se pueden reducir siguiendo estas recomendaciones para que tu movilidad no resulte afectada:
Aire acondicionado
En esta ocasión empezaremos por el aire acondicionado, que será lo primero que notarías de haber afectaciones, además de que es una herramienta importante en caso de sobrecalentamiento del motor, y también un mal funcionamiento repercutirá directamente en el “corazón” de tu auto.
Por ello, además de verificar que este sistema tenga siempre el nivel óptimo de gas especial, y de líquido refrigerante, lo ideal es cambiar regularmente los filtros de polen y polvo, pues además de mantener siempre fresco y libre de impurezas el habitáculo, evitarás un sobrecalentamiento que forzosamente se vería reflejado en el motor.
Para evitar sobrecargarlo, se recomienda que en tiempo de calor no lo uses a su máxima potencia, pues de por sí el sistema se calentará más de lo debido, sino que lo aconsejable es que antes de encenderlo abras todas las ventanillas del coche para reducir la temperatura al interior, prendiendo el aire acondicionado una vez que ésta es similar a la exterior.
- También puedes aplicar la clásica de dejar abiertas las puertas durante un rato antes de usar el coche.
Carrocería
Por otro lado, aunque pudiera parecer un asunto de estética, lo mejor es mantener limpia la carrocería para evitar que se le quede pegado el polvo y sobre todo después de lluvia ácida, evitando la aplicación de ceras y otros productos cuando el sol está más intenso, cuando tampoco debes mojarlo porque así sólo dañarás la pintura. Lo ideal es lavarlo frecuentemente, ya por la tarde, para mantener la proteción sobre la pintura.
También es preferible, además de para evitarte molestias por la temperatura, estacionar bajo la sombra de un árbol o techo, hay quienes incluso recomiendan comprar uno de esos toldos removibles o carpas plegables para protegerlo si en tu casa no tienes sombra.
Chasis
Otro de los aspectos del auto que resultan afectados por la diferencia de temperaturas o el calor es el chasis, la base del auto, que además de la resequedad que llega a debilitar la estructura, llega a romper los plásticos que la protegen, por lo que a la larga enfrentarás problemas mayores.
Una razón más para que lleves tu auto a revisión, pues con la lubricación regular podrás evitar el desgaste de sus componentes, alargando además la vida de tu vehículo.
Habitáculo
Por otra parte, algo que también influye en los daños a tu auto durante la temporada de calor es la temperatura al interior de la cabina, y es que se estima que el habitáculo puede ser hasta 20 °C más caliente que el exterior, como por ejemplo un día con 29 °C a la sombra afuera y una exposición de 45 minutos. Por ello, lo recomendable es que tanto tú como tus pasajeros se mantengan hidratados durante el viaje.
También, en verano, a unos 39 °C, algunas partes del interior pueden alcanzar los 70 grados, por lo que lo ideal es que coloques un parasol tanto en el parabrisas como en la luneta para evitar que entre el sol. Además, de esta forma no sólo evitarás que el tablero, volante, consola y asientos se calienten, sino que también reducirás su desgaste y te durarán más tiempo.
- Recuerda que no debes dejar niños adentro del auto, ni siquiera por unos minutos ni con la ventana medio abierta.
Llantas
Como ya comentábamos al principio, otra de las cosas más afectadas por la temperatura son las llantas, cuya presión de aire varía sin que sea necesariamente evidente, aunque sí hará que consumas más combustible con una llanta baja, por ejemplo, porque a tu auto le costará más moverse.
Por ello, los especialistas y marcas como Mobil recomiendan que cheques el nivel de tus neumáticos al menos cada cinco días, aunque otros dicen que dos veces a la semana, para que así te asegures de que están en niveles óptimos, además de que así podrás prevenir un desperfecto mayor, pues una llanta desinflada puede llegar a reventarse por el calor.
Mientras que ya en esta área, las balatas y los discos de los frenos también resienten las altas temperaturas, que incrementan su desgaste e incluso podrían hacer que se quiebren, sino es que desde antes experimentas dificultades para frenar, como que no responden o tardan más en actuar. Para ello, no sólo debes revisarlos seguido, así como el líquido, sino acudir de inmediato al mecánico en el momento en que escuches algún ruido extraño al frenar, sobre todo si pasas muchas horas en el tráfico.
Refrigeración
Por último, el punto que quizá sea el más importante, el sistema de enfriamiento del motor de tu auto, del que dependerá que logres llegar hasta tu destino sin sobresaltos, y es que de no tenerlo a punto podría calentarse y de plano ya no avanzar.
De entrada, es indispensable que siempre te asegures que el refrigerante esté en los niveles debidos para evitar un sobrecalentamiento. Recuerda que no debes llenarlo por encima del límite ni por debajo; sería terrible que al ensancharse se salga del bote y bañe el motor.
Además, checa, o lleva a checar, que el sistema de enfriamiento esté libre de fugas y purgado para sacarle el aire y la basura, además de que las tapas, bandas y abrazaderas estén en buen estado y colocadas como debe ser.
Tampoco olvides que lo mismo aplica para el aceite, encargado de que no se peguen los componentes internos del motor, así como evitar desde adentro que se caliente de más, así como el refrigerante lo hace desde afuera. Por ello, verifica frecuentemente que los niveles estén bien, que no esté muy sucio y, sobre todo, que no haya fugas.
En tanto que, tanto para ahorrar dinero, como para que obtengas la mayor calidad del combustible, lo aconsejable es que cargues gasolina por las mañanas o en las tardes, cuando la temperatura es más baja y, por lo mismo, el líquido es más denso, además de que así se evaporará menos.