Aunque normalmente el auto sirve de refugio durante el invierno, también es frecuente que olvidemos que el frío puede causarle algunos estragos, tanto en la parte interna como en el exterior. De ellos te hablaremos hoy en Unotv.com, con algunos consejos para evitarlos.
Entre las afectaciones invernales frecuentes están la pérdida de aire en las llantas y la descarga de la batería, siendo las más frecuentes y evidentes.
¿Cómo le afecta el frío a mi auto?
Mientras pasamos a los aspectos físicos puntuales sobre cómo es que el frío y el invierno le afectan a tu automóvil, algo que seguramente ya sabes es que lo más probable es que el vehículo consuma más combustible, lo que es normal y no afecta al rendimiento.
Neumáticos
Como ya mencionamos, las llantas de tu automotor son las que más sufren las bajas temperaturas. Entre los efectos del frío en el caucho de las llantas está la pérdida de aire.
Incluso, la automotriz japonesa Toyota destaca que la pérdida de presión en las llantas se incrementará por cada 5 grados Celsius que desciende la temperatura. Por lo que deberás estar al pendiente de esto antes de conducir.
Otra afectación es que, tanto con la pérdida de presión, como con el hielo sobre el pavimento, los neumáticos tenderán a perder agarre. Por ello también debes cerciorarte de tenerlas en buen estado, con más de 1.6 milímetros de profundidad en el dibujo, que es cuando ya debes remplazarlas debido a su desgaste.
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Frenos
Por otro lado, tanto la suciedad como la humedad que van adquiriendo con el uso las pastillas de los frenos pueden causar fricción y chirridos al accionarlos, además de que al no lograr asegurar bien los discos tardarás más en frenar.
A la reducción en la capacidad de frenado, puede sumársele además el hecho de que el frío podría incluso llegar a cristalizar las pastillas, dejándose básicamente sin frenos, a la par de incrementar la temperatura en esta parte de las llantas, lo que conllevará a otro tipo de daños.
También, y aunque no es muy común, las bajas temperaturas podrían llegar a congelar el líquido de los frenos. Esto lo notarás con un pedal más “blando” al pisarlo o por tener que pisar más para notar la reducción de velocidad.
Batería
Ya en la parte interna del auto, está la batería, que es otro de los componentes que más frecuentemente resultan afectados por el frío. Las bajas temperaturas tienden a descargarla, con lo que incluso podría quedarse sin la carga necesaria para encender el motor y recargarla con el movimiento.
A la par, el frío y la humedad también podrían afectar el sistema eléctrico de tu automóvil, causando fallas en diversos sistemas del mismo.
Líquidos
Por último, aunque ya mencionamos el líquido de los frenos, el aceite con el que se lubrica el motor también podría resentir el frío. El 20W-50, recomendado para aquellos vehículos con más de 100 mil kilómetros tiende a incrementar su viscosidad a bajas temperaturas, lo que afectará su circulación por la máquina. Por lo mismo, impedir su funcionamiento óptimo.
En tanto que, si el tanque de la gasolina no está completamente lleno, el aire frío y húmedo llenará el espacio vacío para después terminar condensándose. Lo cual dejaría agua en el combustible, lo que repercutirá en tu conducción, pudiendo incluso llegar a apagar el vehículo.
A lo que se suma de que en invierno gastarás más combustible porque necesitará más para alcanzar su temperatura ideal. Además de la energía que requiere para movilizarse.
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¿Cómo puedo evitar que el frío afecte a mi auto?
Aunque no puedes evitar el frío, sí hay algunas cosas que puedes hacer para evitar que las bajas temperaturas afecten tu coche. Te impidan conducirlo adecuadamente y que tu movilidad no se vea afectada:
1. Ya en otra ocasión dijimos que no es necesario calentar el automóvil para poder usarlo. Aunque en invierno sí es recomendable ayudarlo un poco.
Sin embargo, la forma en que debes calentar tu auto no es dejándolo en punto muerto, o ralentí, 15 minutos, pues así sólo dañarás el motor, gastarás gasolina y contaminarás. Lo que debes hacer es encenderlo y conducirlo a baja velocidad por un par de minutos, en lo que se calienta y el sistema de inyección de combustible se calibra.
2. Si intentas encender tu coche y la batería no responde, lo que puedes hacer es abrir el cofre y cubrir la batería un trapo calentado en seco, o sea con una plancha, para que recupere un poco de su temperatura óptima. Esto te permitirá el arranque, con lo que se irá calentando.
3. Mantén en buen estado las plumas del limpiaparabrisas, pues te ayudarán, con un poco de agua, a quitar el hielo que pudiera formarse sobre éste y que te impedirá ver. Además de que podría agarrarte alguna lluvia.
4. Revisa constantemente el líquido anticongelante, tanto su estado como el que esté lleno hasta los niveles recomendados. También que las pastillas de los frenos estén en buenas condiciones o, en su defecto, cámbialas.
5. Quizá no es necesario decirlo, pero como último punto figura el consejo de que dejes tu auto lo menos posible en el exterior, pues la automotiz alemana Volkswagen destaca que la batería, carrocería y pintura del coche son lo que más se afecta con los cambios extremos de temperatura.