México se ubica entre los 10 países más poblados del mundo con 127 millones de habitantes, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y para el investigador Armando García de León Loza, del Departamento de Geografía Económica del Instituto de Geografía de la UNAM, esta cantidad podría agudizar problemas de desigualdad e inequidad social en caso de no controlar el crecimiento demográfico.
Problemas que trae la sobrepoblación
El académico indicó que para nuestra nación, el número de habitantes y ritmo de crecimiento poblacional es un problema prioritario que urge atender, pues además de demandar una mayor cantidad de servicios básicos como salud, educación, alimentación, agua potable, etcétera, se suman otros problemas socioeconómicos que pueden agudizarse como el desempleo, la delincuencia, la violencia, la migración, las asimetrías regionales y la inequidad social.
Para el investigador universitario, a diferencia de otras naciones como Brasil, Japón y la mayoría de los países europeos que han moderado su crecimiento poblacional, México ha dejado prácticamente libre su política demográfica por lo que, de no establecer una estrategia de control y racionalidad, en pocos años estará rebasando en la clasificación mundial a Rusia que tiene una población de 145 millones de habitantes.
Una población cada vez más vieja
El universitario también destacó que otro factor que ha encendido los focos de alerta en México es el envejecimiento de su población, pues si bien entre la década de los 80 y 90 del siglo pasado, se lograron avances importantes con el llamado bono demográfico, gracias al cual México contó con una población mayoritariamente de jóvenes adultos, que le permitió impulsar y mantener un desarrollo económico y social aceptable, hoy se ha agotado y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), más de 10% de la población es mayor de más de 64 años, con todos los retos que ello implica.
Se llega a los 8 mil millones de habitantes en el planeta
En días pasados la población mundial rebasó los ocho mil millones de habitantes y García de León subrayó que contrario a las visiones optimistas que consideran que se trata de un gran acontecimiento por lo que significa para la sobrevivencia de la humanidad así como para el avance de la medicina y la ciencia, el tema representa una grave problemática para el planeta, pero, sobre todo, para los países más pobres, en este caso las naciones africanas que al registrar el mayor crecimiento demográfico aumentan también sus condiciones de marginación, pobreza y desigualdad.