Los bosques nublados de México tienen un habitante verdaderamente resplandeciente, el maravilloso quetzal mesoamericano. Una ave considerada una de las más hermosas del mundo, que tiene la capacidad de la iridiscencia, es decir, de reflejar los colores del arcoíris.
Conoce más de esta sorprendente especie que forma parte de la campaña “Somos guardianes” de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), cuyo objetivo es promover la participación ciudadana en el conocimiento, valoración y respeto de la naturaleza mexicana.
Los quetzales y los colores del arcoíris
El quetzal es un ave con iridiscencia, lo que significa que dependiendo de la cantidad y calidad de luz, los individuos adultos se puedan apreciar de diferentes colores, oscilando entre el color rojizo, azul y verde azuloso, tal como los arcoíris.
Sin embargo, las hembras adultas suelen ser de color esmeralda en alas y dorso, mientras que los machos son verdes con menor iridiscencia.
Su cabeza es verde opaco que a la distancia se interpreta como color gris, en la parte baja del vientre presenta rojo iridiscente, tiene plumas en la cola con rayas negras sobre un color blanco de fondo. Mientras que su pico es negro.
¿Cómo son?
De acuerdo con la Conabio, no se tienen estudios sobre el comportamiento del quetzal excepto por algunos rituales de cortejo y cuidado parental.
Su nivel de reproducción es de una a dos veces por año, donde las hembras ponen dos huevos en su primera puesta, y uno en la segunda. Los huevos deben tener una incubación de 18 días, mientras que los pollos dejan el nido entre los 19 y 21 días de nacidos.
Desde el punto de vista ecológico es un importante dispersor de semillas grandes y pueden ser una especie indicadora del estado de conservación de un sitio, ya que ellos prefieren los hábitats no perturbados o poco perturbados.
¿Dónde habitan los quetzales?
Los quetzales habitan gran parte del continente americano, teniendo presencia en:
- Costa Rica
- El Salvador
- Guatemala
- Honduras
- Nicaragua
- Panamá
En el caso de México, esta ave tiene presencia en Chiapas y Oaxaca.
Aunque es un ave reconocida en las culturas mesoamericanas, no existe información sobre la distribución de los quetzales en la época prehispánica, aunque los expertos infieren que con la llegada de los españoles se inició la disminución de la distribución de esta especie por la conversión de uso de suelo a tierras agrícolas.
Generalmente, los quetzales habitan los bosques de niebla siempre verdes, donde hay humedad y la temperatura promedio no supera los 26 C, la altura de los árboles del dosel no es menor nunca a los 25 metros y en promedio alcanza entre 30 y 50 m de alto, pero hay casos como Sierra de las Minas, Guatemala donde es de 60 m.
Quetzal, un ave en peligro de extinción
El quetzal es un ave en peligro de extinción, por lo que según la Conabio se encuentra protegido por las normas NOM-059-SEMARNAT-2001 y NOM-059-SEMARNAT-2010, así como en el Apéndice I del Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y en la categoría de “casi amenazado” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Sin embargo, los planes de conservación del quetzal se limitan a decretar algunos de sus sitios de reproducción como áreas protegidas.