Los primeros besos como símbolo romántico o sexual son una práctica humana presente desde hace al menos 4 mil 500 años. Mil años antes de lo que se creía en la actualidad, según un estudio publicado esta semana en la revista especializada Science.
Los primeros besos de la humanidad
La investigación asegura que los ósculos era una práctica probablemente muy extendida incluso desde hace más de 100 mil años. Sin embargo, la evidencia indica que “el beso en los labios se dio en Mesopotamia y Egipto“, hace al menos 2 mil 500 AC.
Esto es un hallazgo importante porque hasta ahora los estudios citaban una fuente de India, fechada hacia 1.500 AC, como la primera referencia de “besos románticos-sexuales”. Pero ahora con esta investigación se puede saber que los besos son al menos mil años más antiguos de lo que se creía.
¿Cómo fue posible saber esto?
Para saber esto, el asiriólogo Troels Pank Arboll y la bióloga Sophie Lund Rasmussen examinaron cómo la introducción de los besos en los labios, como expresión romántica, podía ser un factor relevante en la propagación de enfermedades como el herpes oral o el virus de Epstein-Barr.
“Sabía que había material más antiguo de la antigua Mesopotamia“, dijo a la agencia de noticias AFP, Arboll, quien estudia la escritura cuneiforme en tablillas de arcilla antiguas.
Aunque estas pruebas fueron recopiladas en los años 1980, el experto cree que “parece que la información nunca se adoptó en otros campos”.
Los investigadores encontraron relativamente pocas referencias a besos románticos en los miles de textos cuneiformes antiguos disponibles. No obstante, “hay ejemplos claros que ilustran que besar estaba considerado como una parte corriente de la intimidad romántica en la antigüedad“.
Los textos estudiados dan a entender “que besar era algo que hacían los matrimonios” pero también que “el beso estaba considerado como parte del deseo sexual de una persona soltera enamorada“, escribieron los investigadores.
Una aclaración que hace el estudio es la diferencia entre los “besos amistosos-parentales” y los “besos románticos-sexuales”, ya que, mientras el primero parece omnipresente a través del tiempo y el lugar, este último “no es culturalmente universal”.