¿Los charales podrían desaparecer?, esto dice la UNAM

Los charales son pequeños peces de la familia Atherinopsidae, que tienen importancia biológica, cultural, económica y alimentaria en México. Sin embargo, las poblaciones de este pez podrían desaparecer, debido a que, actualmente, se están viendo peligrosamente amenazadas por una serie de factores, así lo dio a conocer la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el pasado 23 de enero.
“Las poblaciones de charales no sólo se ven afectadas por la pesca, sino que existen otros elementos adversos que afectan su sobrevivencia. Por un lado, la introducción de otras especies a su hábitat y por otro, la contaminación de los cuerpos de agua en donde viven”, dijo la máxima casa de estudios de México.
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Enemigos públicos de los charales, ¿cuáles son?
En el ambiente se pueden presentar uno o varios de elementos adversos que dificultan la sobrevivencia de las especies de charal, algunas de las cuales ya se encuentran en riesgo. Estos son:
Especies invasoras
De acuerdo con la UNAM, uno de los factores que amenazan con desaparecer a los charales es la introducción de especies invasoras, las cuales compiten por el espacio y el alimento con los charales e incluso, algunas se alimentan de ellos. Además, de que estas especies también introducen parásitos o enfermedades.
Debido a todo lo anterior, los peces introducidos se vuelven dominantes en número y biomasa amenazando su existencia al actuar como sus enemigos directos.
Algunas de estas especies invasoras son:
- Carpa común (Cyprinus carpio)
Esta especie es de importancia comercial en el país, fue introducida a inicios de 1886 con el propósito de poblar y repoblar grandes cuerpos de agua (embalses y lagos) e incrementar con ello su producción piscícola.
Se caracteriza por ser una especie omnívora muy generalista, es decir, que come casi cualquier cosa, pero, cuando entra en el ecosistema del charal disminuye sus poblaciones al comerse sus huevecillos, que se encuentran adheridos a la vegetación.
Por otro lado, las carpas juveniles compiten con los charales por alimento, ya que se comen los mismos crustáceos que les sirven de comida, entre los que podemos mencionar a las pulsa de agua.
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- Carpas doradas (Carassius auratus)
Las carpas doradas son originarias de Asia y se introdujeron en México en el año 1872 con fines ornamentales y piscícolas en pro de mantener una mejor producción pesquera. Éste también es un pez omnívoro generalista, y en sus primeras etapas de vida compiten con los charales, ya que, ambos se alimentan principalmente de organismos zooplanctónicos como pulgas de agua, lo que afecta a sus poblaciones.
- Lobina negra (Micropterus salmoides)
La lobina negra es la especie dulce acuícola más importante en pesca deportiva, nativa de América del Norte, fue traída a México en 1901 para favorecer el desarrollo de actividades pesqueras y turísticas.
Es una especie carnívora, altamente depredadora que algunas veces llega a presentar canibalismo, lo que significa, según la UNAM, que se pueden comer a sus tíos, a sus papás, a sus sobrinos o a sus hijos.
Estos peces amenazan la supervivencia de muchas especies incluyendo el charal, su introducción ha provocado problemas ecológicos en ecosistemas con comunidades de peces que son originarias de ese lugar.
A lo largo de su desarrollo, las lobinas negras van cambiando de tipo de comida, comienzan alimentándose de pequeños crustáceos, insectos y arañas, hasta langostinos, y en estado adulto comen ranas, pequeñas aves, roedores y otros peces, como carpas y charales. Estudios realizados de los hábitos alimenticios de las lobinas negras, demuestran que los charales han sido los más afectados por su depredación.
- Gusano parásito
El gusano parásito llegó al país en el intestino de carpas herbívoras en 1965. Este parásito es conocido como tenia asiática (Bothriocephalus acheilognathi), y según los expertos, no presenta una preferencia por la especie de pez al que va a parasitar, por lo que infecta el tracto digestivo de diversas especies de peces y desafortunadamente, los charales no han sido la excepción.
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Estos parásitos intestinales, igual que otros, afectan el crecimiento, fisiología, comportamiento y reproducción de las especies que afectan.
Contaminación de los cuerpos de agua
De acuerdo con la UNAM, en estos sistemas es frecuente que se realicen actividades antropogénicas, es decir, realizadas por los humanos lo que implica la liberación de aguas residuales, desechos industriales o bien cualquier otro producto de desecho que alteran sus propiedades físicas, disminuyen los niveles de oxígeno y acidifican las aguas, afectando la sobrevivencia de los charales y demás comunidades que los habitan.
Charales en México frescos, secos y hasta en tamal
Los charales se caracterizan por presentar una banda plateada a lo largo del cuerpo y en términos de distribución se les encuentra en el centro de la República Mexicana principalmente en los estados de Jalisco, Michoacán y Estado de México.
Estos pequeños peces se comercializan para su consumo en fresco, secos, en tamal o como boquerón, esta última, puede alcanzar un precio de 380 pesos por kg.