El lobo gris mexicano es la subespecie más pequeña del lobo, sin embargo, es un hábil depredador que le hizo ganar el respeto y admiración de los antiguos pueblos mesoamericanos, quienes lo consideraban un símbolo de poder y astucia.
Conoce más de esta sorprendente especie que forma parte de la campaña “Somos guardianes” de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), cuyo objetivo es promover la participación ciudadana en el conocimiento, valoración y respeto de la naturaleza mexicana.
Lobo gris mexicano una especie símbolo de poder y astucia en el México antiguo
El lobo gris mexicano es un animal sigiloso y misterioso, símbolo de poder y astucia para los antiguos habitantes. De hecho, según la Conabio, en el México antiguo el lobo debió de haber tenido una gran importancia, ya que en el Templo Mayor de Tenochtitlan se ha descubierto una ofrenda con un lobo adornado con piezas de oro, sobre una capa de cuchillos de pedernal del reinado de Ahuitzotl (1486-1502).
También se han encontrado ofrendas con híbridos de lobo y perro, conocidos como “loberros”.
Por ello, autoridades mexicanas señalan que como sociedad tenemos el compromiso de valorar y proteger a esta majestuosa y misteriosa especie, como lo hicieron las tribus que hace tiempo habitaban en sus territorios.
¿Cómo son los lobos grises mexicanos?
El lobo gris cuyo nombre científico es Canis lupus es una especie de mamífero de la familia Canidae. Tiene un color ante o leonado pálido, amarillo sucio con sombras oscuras en el pelo de la espalda.
Llega a medir entre 1.4 a 1.8 metros y puede alcanzar un peso de entre 20 y 40 kilos.
Es una especie social que vive en manadas familiares pequeñas de hasta una docena de individuos, aunque se considera que las manadas eran de menor tamaño en México, debido a la escasez de presas. A pesar de ello es un eficiente depredador.
Como familia, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) señala que los lobos grises mexicanos juegan, duermen y cazan juntos, lo que les da mayor oportunidad de obtener alimento y tener un menor gasto de energía.
Por lo general, son animales de hábitos nocturnos y se alimenta principalmente de animales grandes como venado y pecaríes. Sin embargo, también puede consumir presas de menor tamaño como conejos.
¿Dónde habita el lobo mexicano?
Aunque el lobo es uno de los mamíferos más ampliamente distribuidos en el hemisferio norte. En el caso del lobo mexicano éste ocupa los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, llegando hasta Oaxaca.
Lobo gris mexicano, una especie en peligro por los ganaderos
La amplia distribución del lobo disminuyó debido a su persecución por el ser humano debido a su depredación del ganado.
Sin embargo, que los lobos mexicanos cambiaran su dieta al ganado, fue consecuencia de las acciones humanas, pues la reducción del hábitat y la disminución de las presas del lobo trajeron como consecuencia que buscaran alimentarse de vacas, cabras y otros animales de crianza.
Hace 50 años fue erradicado del país, sólo sobrevivieron algunos pocos en cautiverio. A mediados de los años 70 se atraparon los últimos individuos de lobo en México y se llevaron al programa de reproducción en cautiverio en Estados Unidos iniciando el programa de conservación del lobo mexicano.
Afortunadamente, tras arduos esfuerzos de conservación, el lobo ha sido reintroducido exitosamente a los bosques de México en el estado de Chihuahua.
La Conanp señaló que gracias al trabajo de conservación, el lobo gris mexicano dejó la categoría de “Probablemente extinta en el medio silvestre”, para ser incluida en la categoría de “En Peligro de Extinción” de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010.
“Las acciones de conservación de la especie son de vital importancia y consisten en la rehabilitación, liberación de ejemplares, y monitoreo de la población en vida silvestre, así como la mitigación de los riesgos que enfrentan los ejemplares. Para esto, se trabaja con los pobladores locales en cuestiones de educación ambiental, mejoramiento de hábitat, promoción de pago por servicios ambientales y otros esquemas de protección de la tierra”, indicó la Comisión.
El futuro de la especie depende de la conciencia ciudadana respecto a su función ecosistémica, como controlador de plagas y dispersor de semillas.
