Las vacunas que se aplican contra el COVID-19 han sido señaladas falsamente de contener sustancias tóxicas, metales y artefactos tecnológicos. En publicaciones en redes sociales, se afirma que las inmunizaciones poseen óxido de grafeno: un material obtenido mediante la oxidación del grafito.
Sin embargo, no hay evidencia de que las dosis aprobadas contengan este material, de acuerdo con expertos consultados por Reuters.
“Esto es prueba, ni más ni menos, de un envenenamiento global”, “Se halló veneno tóxico en los fármacos”, se lee en algunos de los contenidos con información falsa que han sido difundidos en redes sociales.
¿Qué es el óxido de grafeno?
El óxido de grafeno es una sustancia que resulta de la oxidación del grafito. Cuando se reduce químicamente, puede crear grafeno, considerado como uno de los materiales “más fuertes y conductores” que existen.
La Universidad de Manchester informó sobre algunas de sus aplicaciones en biomedicina, electrónicos, baterías, recubrimientos o membranas filtradoras de líquidos y gases, entre otros.
El coordinador del Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos (México), Salvador Fernández, aseguró a Reuters que no tiene conocimiento de que el óxido de grafeno sea usado en las inyecciones aprobadas contra el Sars-CoV-2.
“No hay suficientes evidencias que demuestren que el óxido de grafeno, sea en cualquiera de sus variantes, pueda ser empleado de forma segura como un material, como sustrato en vacunas”, describió, en conversación telefónica.
Fernández comentó que se está estudiando el uso del óxido de grafeno como sustratos, sustancia sobre la que actúa una enzima, para depositar en estos medicamentos que “puedan ser liberados a una tasa controlada”, o también en la manufactura de biosensores.
Sin embargo, precisó que se requieren “años de investigación” para probar su eficacia en el posible desarrollo de inmunizaciones. “No es imposible, pero es altamente improbable”, matizó.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) divulgaron un reporte, a finales de julio pasado, en el que recogieron algunas de las principales narrativas falsas que circulan acerca de las vacunas. Entre ellas, que las dosis de Pfizer-BioNTech contengan óxido de grafeno.
Anteriormente, voceros de Pfizer y Moderna dijeron a Reuters que sus vacunas anticovid no contienen óxido de grafeno.
La vacuna de Pfizer-BioNTech está elaborada con ARN mensajero, lípidos, cloruro de potasio, cloruro de sodio, fosfato de potasio monobásico, fosfato de sodio dibásico dihidratado y sacarosa. No incluye óxido de grafeno, según se observa en un informe publicado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés).
Otras vacunas autorizadas para su uso de emergencia contra el Sars-CoV-2 no albergan este material, de acuerdo con documentos de la FDA o de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido, que detallan sus ingredientes como los de Moderna, Janssen y AstraZeneca.
En el caso de las otras inmunizaciones aprobadas y disponibles en México, como CanSino, Sinovac, Sputnik, hasta el momento de publicación de este artículo tampoco se encontraron registros de óxido de grafeno entre sus ingredientes.
En julio, Matthew Diasio, miembro del Congreso de Ciencia e Ingeniería de la Sociedad Química Estadounidense, recurrió a Twitter para abordar las afirmaciones falsas sobre el óxido de grafeno en las vacunas.
Entre sus argumentos, Diasio mencionó que los líquidos que contienen grafeno u óxido de grafeno en cantidades significativas tienden a ser de color marrón oscuro o negro. Si las inyecciones tuvieran “incluso un 1% de grafeno o de óxido de grafeno”, el líquido se vería negro o al menos oscuro, aseveró Diasio.
No hay evidencia de que las vacunas aprobadas del COVID-19 tengan óxido de grafeno, como se sostiene en diferentes publicaciones en redes sociales.