Utilizar un cubrebocas no solo protege a los demás de las gotitas respiratorias (que pueden propagar el COVID-19), sino que también protege a quien lo utiliza.
Así lo establece una nueva guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
El investigador de salud ambiental de Harvard Joseph Gardner Allen informó:
“Se ha acumulado evidencia de que los cubrebocas funcionan en términos de reducir el riesgo para todos”
Pero, ¿qué tipo de cubrebocas ofrece la mejor protección contra el COVID-19?
Allen recomienda un cubreboca de dos capas como mínimo o preferiblemente uno de tres capas.
En ese sentido, es mejor evitar los pañuelos y los cubrebocas de polainas, a menos de que sea todo lo único disponible. Un estudio reciente encontró que ambos tipos de cubrebocas son los menos efectivos en términos de protección.
“Además del nivel de filtración, tenemos que prestar atención al ajuste. Necesitas un cubrebocas que pase sobre el puente de la nariz, debajo de la barbilla y quede al ras de la cara, descansando a lo largo de la piel y que tu respiración pase a través del medio filtrante y no se escape por los lados”
Joseph Gardner Allen
Nada de cubrebocas N95 y válvulas
La CDC mencionó que es importante no comprar cubrebocas N95 para uso personal. Aunque esos cubrebocas son los más efectivos ––filtran el 95% de todas las partículas––, se consideran suministros críticos y deben continuar reservados para los trabajadores de la salud y otro personal de emergencia.
Además, los cubrebocas N95 deben ajustarse para adherirse a los contornos únicos del rostro de cada médico o enfermero.
Y hay que tener especial cuidado con los cubrebocas similares a los N95 que se venden en los principales distribuidores minoristas, alertan.
“En realidad pueden empeorar la situación porque concentra la respiración en esa válvula. Lo que permite que pase con algo de fuerza y las gotas pueden llegar un poco más lejos. Por lo tanto, recomendamos enérgicamente que las personas no utilicen un cubrebocas que tenga una válvula de exhalación”
Doctora Marybeth Sexton
Utilizar un cubrebocas de tela
De acuerdo con la nueva guía, los cubrebocas de tela con un alto número de hilos parecen ser una excelente opción contra el COVID-19.
Es necesario buscar un tejido que sea 100% algodón. Y es recomendable hacer la prueba de luz para comprobar el material: si se puede ver fácilmente el contorno de las fibras individuales cuando sostienes el cubrebocas ante la luz, es probable que no resulte eficaz.
“Varias capas de tela con mayor número de hilos han demostrado un rendimiento superior en comparación a las capas individuales de tela con menor número de hilos, en algunos casos filtrando casi el 50% de las partículas finas de menos de 1 micrón”
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos
Las investigaciones encontraron que los cubrebocas de tela con múltiples capas pueden bloquear entre el 50% y el 80% de las gotas y partículas finas. Así como “limitar la propagación futura de las que no se capturan”, señalaron los CDC.
Mejoras
Los CDC indicaron que el polipropileno, uno de los plásticos más comunes producidos en el mundo, puede “mejorar la efectividad del filtrado”. ¿La razón? Crea un efecto triboeléctric, o en términos simples, adherencia estática.
Esa electricidad estática atrapa tanto la respiración saliente como cualquier gota que se dirija hacia uno proveniente de los demás. Como el algodón es un tejido más cómodo para la piel, el polipropileno se usa a menudo como un filtro que se pueden ubicar dentro de una máscara de dos o tres capas.
El lavado acaba la carga eléctrica, pero un frotamiento enérgico entre los dedos debería devolverle esa carga “adherente”.
Una opción con mucha transpirabilidad, según los CDC, es la seda. Este material “puede ayudar a repeler las gotas húmedas y reducir la humedad de la tela, y así mantener la transpirabilidad y la comodidad”.