Varios usuarios afirman en redes sociales que la vacuna contra el COVID-19 tiene la capacidad de alterar el ADN de los seres humanos; sin embargo, expertos explicaron a Reuters sobre esta noticia falsa que cobró fuerza en redes sociales.
En distintas publicaciones se dice que la inmunización puede hackear las células como si se tratara de una computadora, o que se trata de un sistema operativo “diseñado para programar las funciones biológicas” de las personas.
Distintas publicaciones afirman que las dosis contra el COVID-19 basadas en el ARN mensajero (ARNm) modifican el ADN de la gente.
Sin embargo, Edda Sciutto, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), aseguró a Reuters que se ha demostrado la “seguridad y la eficiencia requeridas” de las inmunizaciones aprobadas.
En México, las vacunas aprobadas hasta el momento, son las de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik, Sinovac, CanSino, Covaxin y Janssen.
“No hay ninguna evidencia que apunte a que pueden haber modificaciones en nuestras propias células por la administración de estas vacunas“, explicó la especialista, que forma parte del Departamento de Inmunología.
La investigadora coordina a un grupo multidisciplinario de expertos de la UNAM que trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19. “No se integran en nuestro genoma, no lo modifican. Solo usan nuestras células para la producción de la proteína S (Spike)”, señaló.
Sciutto recalcó, además, que es más probable desarrollar complicaciones a causa del coronavirus que por las dosis administradas. “Molestias, febrículas o dolor en el lugar de la aplicación. Son todos síntomas de menor importancia que no comprometen la vida de la gente. Y el virus sí, la infección sí. Es muy importante que las personas se vacunen”, agregó.
Vacunas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informan que existen diferentes tipos de vacunas disponibles contra el COVID-19, incluidas las de ARN mensajero y vectores virales.
El primer tipo enseña a las células “a producir una proteína, o una porción de ella, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro del organismo”.
El segundo, contiene una versión modificada de otro virus (el vector) que da “instrucciones importantes” a las células para combatir el SARS-CoV-2.
Por su parte, el coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología, Rodrigo Romero Feregrino, detalló que existe otro tipo de vacunas, la que usa microorganismos atenuados. “Pasa por diferentes procesos para inactivarlo, ya no puede causar la infección. Solo trae las proteínas en la cápside, lo va a reconocer nuestro sistema y hacer la respuesta inmune”.
Romero Feregrino aseveró que “no es posible” que la dosis modifiquen el ADN del receptor. “Se ponen unos candados dentro de la información genética para que solo lo lean los ribosomas. No puede pasar”, enfatizó el experto, graduado de una maestría internacional en Vacunología por la Universidad de Lausana, en Suiza.
Anteriormente, Reuters ha desmentido publicaciones falsas que atribuyen una “modificación genética” o alteración de las “funciones biológicas” a causa a las vacunas de Pfizer y Moderna, desarrolladas con la tecnología de ARNm.