Recientemente múltiples telescopios de la NASA lograron captar en imagen el inusual momento en el que un agujero negro masivo devoró una estrella desafortunada que se acercó a él.
De acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), el agujero negro se encuentra ubicado a unos 250 millones de años luz de la Tierra en el centro de otra galaxia, y según sus observaciones una vez que la gravedad del agujero negro rompió completamente la estrella, fue posible ver un aumento dramático en la luz de rayos X de alta energía alrededor del agujero negro.
Esto indicó que a medida que el material estelar fue atraído hacia su perdición, formó una estructura extremadamente caliente sobre el agujero negro llamada corona.
Gracias al satélite NuSTAR (Nuclear Spectroscopic Telescopic Array) de la NASA, el telescopio espacial más sensible capaz de observar estas longitudes de onda de luz, y la proximidad del evento, fue posible obtener una vista sin precedentes de la formación y evolución de la corona, según un nuevo estudio publicado en Astrophysical Journal .
De acuerdo con los científicos, fue sorprendente cuando NuSTAR detectó una corona, una nube de plasma caliente o átomos de gas a los que se les quitaron los electrones, ya que las coronas suelen aparecer con chorros de gas que fluyen en direcciones opuestas desde un agujero negro. Sin embargo, con este evento de marea, no hubo chorros, lo que hizo que la observación de la corona fuera inesperada.
- Las coronas emiten rayos X de mayor energía que cualquier otra parte de un agujero negro, pero los científicos no saben de dónde proviene el plasma o cómo se calienta tanto.
“Nunca hemos visto un evento de interrupción de marea con emisión de rayos X como este sin la presencia de un chorro, y eso es realmente espectacular porque significa que potencialmente podemos desentrañar qué causa los chorros y qué causa las coronas”, dijo Yuhan Yao, estudiante de posgrado en Caltech en Pasadena, California, y autor principal del nuevo estudio.
“Nuestras observaciones están de acuerdo con la idea de que los campos magnéticos tienen algo que ver con la forma en que se forma la corona, y queremos saber qué está causando que ese campo magnético se vuelva tan fuerte”, agregó.
El evento fue denominado como AT2021ehb y fue visto por primera vez el 1 de marzo de 2021 por la Instalación Transitoria Zwicky (ZTF), ubicada en el Observatorio Palomar en el sur de California. Posteriormente fue estudiado por el telescopio Neil Gehrels Swift Observatory and Neutron star Interior Composition Explorer (NICER) de la NASA, que observa longitudes de onda de rayos X más largas que Swift.
Luego, alrededor de 300 días después de que se detectó el evento por primera vez, NuSTAR de la NASA comenzó a observar el sistema.
Según la Administración, este evento observado no sólo demuestra cómo la destrucción de una estrella por un agujero negro, un proceso conocido formalmente como un evento de interrupción de marea, sino que también podría usarse para comprender mejor qué sucede con el material capturado por uno de estos gigantes antes de ser devorado por completo.
Ya que la mayoría de los agujeros negros que los científicos pueden estudiar están rodeados de gas caliente que se ha acumulado durante muchos años, a veces milenios, y forma discos de miles de millones de kilómetros de ancho. En algunos casos, estos discos brillan más que galaxias enteras.
Incluso alrededor de estas fuentes brillantes, pero especialmente alrededor de agujeros negros mucho menos activos, se destaca una sola estrella que se está desgarrando y consumiendo. De principio a fin, el proceso a menudo toma solo unas semanas o meses.
La observabilidad y la corta duración de los eventos de interrupción de las mareas los hacen especialmente atractivos para los astrónomos, que pueden descifrar cómo la gravedad del agujero negro manipula el material que lo rodea, creando increíbles espectáculos de luces y nuevas características físicas.
Éste fue el quinto ejemplo más cercano de un agujero negro que destruye una estrella jamás observado.