La mala calidad del aire en la Ciudad de México podría aumentar severamente durante el primer semestre de 2025 debido a las altas temperaturas en el contexto del cambio climático, así lo dio a conocer la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Parece que la capital del país enfrentará mayores temperaturas, como las que tuvimos hace unos meses, con domos de calor más frecuentes, más intensos y extensos, por lo que la calidad del aire podría empeorar”, afirmó Luis Gerardo Ruiz Suárez, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de UNAM.
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De acuerdo con el experto, la severidad de un episodio de extrema mala calidad del aire se caracteriza por tres factores: intensidad, duración y extensión.
La intensidad refiere al valor máximo alcanzado de las concentraciones del o los contaminantes en excedencia; la duración, corresponde al número de horas o días en que se mantienen concentraciones mayores; y la extensión, comprende el área de la ciudad en la que los contaminantes exceden el valor de referencia, explicó.
¿Cómo evitar la mala calidad del aire y las altas temperaturas?
Ante esa previsión, la ciudadanía puede contribuir a aminorar las emisiones contaminantes, indicó Ruiz Suárez quien fuera coordinador científico de los tres primeros Inventarios Nacionales de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero y el primer Inventario Nacional de Carbono Negro 1990-2010.
Una forma de hacerlo es “disminuir el uso de nuestros vehículos particulares siempre será una buena medida”, señaló el especialista.
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“En la medida de lo posible reducir nuestra frecuencia de viajes, salidas a la calle, incluso al trabajo, tratar de optimizar los desplazamientos; además, con ello nos exponemos menos”.
Luis Gerardo Ruiz Suárez, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de UNAM
Ruiz Suárez agregó, que disminuir el uso de los productos de limpieza, así como minimizar el uso de aromatizantes a la hora de limpiar, también es una buena forma de contribuir a aminorar las emisiones contaminantes.
“Estamos acostumbrados a pensar que lo que huele bonito está limpio, pero en realidad lo que está pulcro no huele, y si tiene aroma no significa que esté aséptico. Estos productos contienen algunos componentes para remover las grasas y otros que despiden cierto aroma. De este modo, lo cierto es que si huele a limpio o a sucio estás contaminando”.
Luis Gerardo Ruiz Suárez, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de UNAM
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“Lo que debemos pensar es que cuando estamos combatiendo la contaminación, también lo hacemos con el cambio climático; todo lo que hagamos por reducir emisiones de todos los contaminantes nos ayuda a proteger la salud y a frenar dicho fenómeno”, concluyó el especialista.
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