Un grupo de jóvenes mexicanos desarrollaron un plástico 100% biodegradable hecho de los residuos de piña, con el cual buscan reducir la contaminación de la tierra y eliminar los microplásticos de los alimentos.
Aprovechando los residuos de la producción agrícola de piñas en el estado de Veracruz, cuatro jóvenes estudiantes de biotecnología crearon un plástico único en México, óptimo para ser ocupado en el acolchado o “mulching” que se utiliza en la siembra de diversos productos.
“Nosotros decidimos crear este material que es un bioplástico que aprovecha los resididos agrícolas de la producción de piña de producciones mexicanas, que está en proceso de sustituir al “mulching” tradicional o acolchado tradicional cuyo material utilizado es el polietileno de alta densidad”.
Óscar Martínez González, desarrollador
El “mulching” o acolchado tradicional es una técnica agrícola que consiste en revestir el suelo con plástico proveniente de hidrocarburos, para cubrir la siembra y aislarla de la contaminación, el Sol y las malas yerbas.
Sin embargo, el uso de esta técnica tiene repercusiones en el medio ambiente y la salud de las personas como la contaminación de la tierra, la generación de microplásticos que terminan en los alimentos de consumo humano y en el ganado, asegura Omar Vallejo Medrano, quien también es parte de los creadores de este bioplástico hecho a base de piñas.
“Los residuos del plástico no sólo se quedan en el sueño sino que también el ganado que pasa por ahí y se come los residuos de la producción y por tanto se come el bioplástico”.
Eduardo Méndez Loranca, desarrollador
Sus creadores señalan que “el plástico que se ocupa para el “mulching” en los acolchados es un polietileno derivado de hidrocarburos, el cual al contacto del Sol se empieza a fotodegradar y fragmentar, quedando nanopartículas que pueden irse en parte al alimento y a la tierra de donde muchas veces es muy difícil poder retirar”.
“No hay una empresa mexicana que haga acolchado biodegradable todo es con polietileno y todo se va a contaminación de tierra y eso es algo de lo que tampoco se habla. Finalmente acabas comiendo frutas con microplásticos que no ves”.
Adolfo Vidal Ruíz, desarrollador
Además de ser 100% biodegradable, otras de las ventajas que tiene este bioplástico para los agricultores es que reduce los tiempos y costos de la técnica del “mulching”, aumenta la temperatura del suelo, mejora su aireación, protege los cultivos de la radiación solar y aumenta el rendimiento de los fertilizantes y el agua de riego.
De acuerdo con sus desarrolladores, este plástico hecho con los residuos de piña se puede ocupar en cultivos de piña, jitomate, orquídeas y hortalizas.
Piñas que se convierten en plástico 100% biodegradable
“Este bioplástico es único en México”, dice Adolfo Vidal, uno de los creadores de este plástico 100% biodegradable, quien asegura que “somos pioneros en el país y los beneficios de este bioplástico es que sin agregarle nada extra, ningún pedazo de plástico, como grandes empresas hacen que ponen mitad plástico y mitad residuos”.
El proceso de elaboración de este bioplástico consiste, según sus inventores, en procesar los tallos y hojas de la cosecha de piñas para de esta forma obtener un material manipulable.
“El desecho que los productores más tienen son hojas y tallos, nosotros lo que hacemos es darle un pequeño tratamiento para extraer el almidón que es lo que vamos a ocupar en la mayoría de los bioplásticos, y con las hojas le damos un refuerzo”.
Eduardo Méndez Loranca, desarrollador
En cuanto al tiempo de producción y costo, sus desarrolladores dicen que es posible realizar este bioplástico a base de piñas en sólo cuatro días y que su precio es apenas más alto que un rollo convencional de polietileno, el cual ronda los mil 900 pesos.
No obstante, esperan que una vez superadas las fases de prueba, este plástico biodegradable pueda reducir su costo de producción y así poder impactar en los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), referentes a la acción por el clima, la producción y consumo responsables y el trabajo decente y crecimiento económico.