La multinacional Johnson & Johnson podría producir mil millones de dosis de su posible vacuna contra el COVID-19 en 2021 en caso de resultar exitosa, sin embargo ahora considera probarla con voluntarios sanos si no hay suficientes pacientes para los ensayos finales, informó un ejecutivo de la compañía.
J&J que se dedica a la fabricación de dispositivos médicos, productos farmacéuticos, de cuidado personal, y demás, inició en julio ensayos de seguridad en humanos en etapa temprana para su posible vacuna contra COVID-19.
Esto después de dar a conocer detalles de un estudio realizado en monos, que mostró que su candidato de mejor desempeño ofrecía una fuerte protección en una sola dosis.
- La vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson es desarrollada en colaboración con su filial belga, Janssen.
Los ensayos a gran escala de su vacuna contra el COVID-19 están programados para comenzar a principios de octubre y creen tener resultados sobre su eficacia entre fines de este año y mediados del 2021, dijo Johan Van Hoof, jefe de vacunas en Janssen.
Asimismo, Van Hoof dijo que ya habían comenzado la producción de la vacuna a pesar de los riesgos financieros involucrados, con la intención de asegurar que la inoculación estaría disponible lo antes posible en caso de que resultara eficaz contra el coronavirus. Varios millones de dosis estarán listas a principios del 2021, con una capacidad total de mil millones de inyecciones para fin de año, dijo.
Los resultados de los ensayos a gran escala o de Fase III dependerán de la incidencia de infecciones, dijo Van Hoof, y se esperan resultados más rápidos con una mayor transmisión del virus.
¿Qué desafíos enfrenta Johnson & Johnson?
Es probable que J&J lleve a cabo sus pruebas en Estados Unidos y América Latina, pues son las regiones del mundo que actualmente tienen el mayor número de casos.
En caso de que las infecciones disminuyeran significativamente, J&J considera realizar sus ensayos en voluntarios que decidan infectarse con el virus para que se pueda probar la vacuna candidata en ellos, no obstante dijo Van Hoof, que esos ensayos plantean problemas éticos que deben resolverse antes de realizarse.
Uno de esos problemas que deben enfrentar es la existencia de una terapia eficaz contra la enfermedad destinada a minimizar los riesgos para los voluntarios expuestos al virus, la cual actualmente no existe.
¿Qué pasa con las otras vacunas experimentales?
El martes, el presidente Vladimir Putin anunció que Rusia se había convertido en el primer país en otorgar la aprobación regulatoria a una vacuna contra COVID-19 después de menos de dos meses de pruebas en humanos y antes de que se realizaran ensayos a gran escala.