La isla de calor es un fenómeno a la alza que ha provocado un aumento dramático de temperaturas en zonas urbanas como la Ciudad de México, por lo que debería “ser mitigado al igual que el cambio climático“, advierte Francisco Estrada Porrúa, investigador en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
¿Qué es la isla de calor?
De acuerdo con Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), la isla de calor es un fenómeno que se presenta en las zonas urbanas donde se registran altas temperaturas por la actividad humana.
“En 2015 no considerábamos la isla de calor, sólo el cambio climático. Si vemos por calentamiento global una ciudad estaría en el peor de los casos en un calentamiento de uno o 1.5 grados, pero al añadir la isla de calor, hay ciudades que ya han pasado los 2 o 3 grados”
Francisco Estrada Porrúa
¿Qué provoca este fenómeno en las zonas urbanas?
Las altas temperaturas por la isla de calor son causadas principalmente por el efecto de los edificios, aceras o asfaltos, que absorben más calor y lo liberan lentamente. Es por esta razón que dicho fenómeno se presenta particularmente en las grandes ciudades.
De esta forma, hay factores que determinan el clima urbano: el cambio climático global, que altera las condiciones planetarias y tiene una expresión regional y local; los factores geográficos; procesos dinámicos como El Niño o la Niña; contaminantes atmosféricos con aerosoles y carbono negro; y la isla de calor urbana.
¿Cuáles son las consecuencias al momento de la isla de calor?
El también doctor en Economía Ambiental por la Universidad Libre de Ámsterdam agregó que 2021 fue el sexto año más caliente para mil 800 millones de personas, y eso seguirá así porque las ciudades tienen en la isla de calor una fuente adicional de calentamiento.
El experto puntualizó que el calentamiento en una gran urbe se parece a lo que se obtendría en los escenarios más drásticos de cambio climático a nivel global, es decir, alrededor de 2.5 y 4.5 grados, por lo que él y su equipo se dieron a la tarea de revisar qué pasaría si unen los dos tipos de cambio climático.
Los efectos económicos que podría tener este fenómeno
Los analistas revisaron la información de casi mil 700 grandes ciudades del planeta para observar qué sucedía debido a que ahí vive más del 50% de la población global, las cuales producen más de 80% del PIB global. Entonces, sus implicaciones no sólo son climáticas, sino también sociales y económicas
A medida que los cálculos avanzan, se revela que las principales metrópolis aumentarían su temperatura en 4 o 5 grados más en 2050 por la isla de calor, y para finales de siglo algunas de las más pobladas podrían enfrentar cambios dramáticos de 8 grados centígrados o más.
“Hay que actuar a nivel global, tenemos que bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, si es que no queremos sufrir estos impactos, pero también hay una cosa muy importante, hay que actuar a nivel local porque si no, de cualquier manera tendremos impactos muy grandes”
Francisco Porrúa Estrada
Económicamente hablando, la isla de calor y la interacción con el cambio climático global y local representan un reto importante, advierte Porrúa Estrada, pues si se bajan las emisiones contaminantes con los acuerdos internacionales se reducen los impactos económicos.
Si esto sigue así, las naciones a nivel global deberán pasar de una inversión de 32 trillones de dólares a 82 trillones por la mitigación de problemas derivados de la isla de calor; aunque los costos siguen siendo aproximadamente de 41 trillones de dólares.
¿Cómo ha afectado la isla de calor a la Ciudad de México?
El experto de la UNAM alertó que la suma del cambio climático y la isla de calor ha provocado que en la Ciudad de México se experimente un incremento de la temperatura de 4 grados, respecto al último siglo. Hay que considerar que subió 3 grados por el cambio climático y uno por el fenómeno urbano.
En la Ciudad de México, la intensidad de la isla de calor muestra que las alcaldías con un índice de desarrollo menor e ingreso per cápita bajo son las que tienen la mayor alza de temperaturas, con lugares que están más allá de los 4 grados Celsius.
¿Cuáles son las posibles soluciones en México?
Entre las opciones para evitar pérdidas, Francisco Porrúa Estrada recomendó que las naciones cambien el 50% de sus techos a techos verdes o frescos; sustituir el pavimento a fresco para bajar la isla de calor.
Actualmente, el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) y el Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) desarrollan un proyecto para proponer herramientas y estrategias para la toma de decisiones en cuanto a calidad del aire y desarrollo sostenible de la megalópolis del Valle de México.
Las acciones de la UNAM consideran aspectos socioeconómicos, emisiones y calidad del aire, cambio de uso de suelo, estrategias de adaptación y política, sistemas rurales y urbanos, y los escenarios de cambio climático global y local, finalizó Estrada Porrúa.