Un gran número de leones marinos y delfines intoxicados que fallecieron en las costas de California en las últimas semanas ha activado las alarmas entre especialistas que trabajan en esta zonas.
Denise Christ, activista que trabaja como voluntaria con animales heridos en la costa de California, aseguró que “ha sido desgarrador, por decir lo mínimo”,
La activista, perteneciente al Instituto de Vida Silvestre y Marina de las islas del Canal (CIMWI) en el condado de Ventura, informó que la intoxicación de los animales es producto de un brote de ácido domoico, una neurotoxina presente en algas que los pescados consumen y que a su vez son alimento de leones marinos y delfines.
Los brotes no son inusuales en verano, pero dos crisis consecutivas registradas en menos de un año han encendido las alarmas y desbordado al equipo del CIMWI, basado en la comunidad de Gaviota, a unos 190 kilómetros al nortoeste de Los Ángeles.
“Tuvimos un brote muy intenso el año pasado, pero este año ha sido mucho peor que cualquier cosa que haya visto en 35 años trabajando con mamíferos marinos”, afirma el doctor Sam Dover, director ejecutivo y cofundador del CIMWI.
“Me dejó atónito la cantidad de animales que estaban en la playa, había unos 300 leones marinos“, recuerda Ken Hughes, colega de Christ para el condado de Santa Barbara.
No hay explicación aún para el brote de este año que ha generado una intoxicación masiva de animales marinos
“Las algas vienen normalmente de áreas con desechos de agricultura”, explica Sam Dover. “Este año tuvimos muchas lluvias en California, por lo que hay más desechos agrícolas de todo el estado, no sólo de las regiones locales”.
Hughes agrega que la generación de algas también se ve favorecida por el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático.
“Las cosas están cambiando y los océanos están cambiando”, dice Denise Christ. “Creo que esta es la nueva realidad”.
Cuando los leones marinos consumen la toxina, sufren efectos neurológicos, “básicamente no saben que son un león marino. No saben dónde están o qué están haciendo”, explica Hughes.
Es entonces cuando los animales se dirigen a las orillas en donde vagan de forma aleatoria, llamando la atención de bañistas.
El brote de ácido domoico de 2022 ocurrió a mediados de agosto, sin embargo este año comenzaron a recibir llamados de rescate a finales de mayo, recuerda Dover: “Al principio traíamos un animal por día. Pero el 8 de junio, se abrieron las compuertas y los animales comenzaron a aparecer por todos lados”.
“Definitivamente el peor brote que haya visto“, afirma Dover.