Una de las primeras enseñanzas en la escuela son los 5 sentidos: el olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído; sin embargo, científicos retomados por la UNAM precisan que existen al menos dos más: la interocepción y la propiocepción. En UnoTV.com te presentamos de qué se trata cada uno de estos dos nuevos sentidos.
¿Qué es el sentido de la interocepción?
Diversos estudios en neurociencia señalan que la interocepción es el sentido más importante, ya que permite a las personas percibir todo lo que sucede dentro del cuerpo, incluyendo lo que pasa en las vísceras como el corazón, pulmones, intestino y vejiga, según la neurocientífica española Nazareth Castellanos, investigadora del Laboratorio Nirakara-Lab.
Por otro lado, este “sexto sentido” también capta información no visceral como la respiración, el hambre, la sed, la saciedad, los estremecimientos, las sensaciones genitales, las jaquecas o el dolor ocasionado por la fractura de un hueso, de acuerdo con Luis Delgado Reyes, académico del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM y Mónica Andrea López Hidalgo, profesora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Juriquilla.
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“El incremento en la frecuencia cardiaca que experimentamos cuando nos da un ataque de ansiedad o las ‘maripositas’ que sentimos en el estómago cuando vemos a alguien que nos gusta son señales interoceptivas”.
Mónica Andrea López Hidalgo, profesora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Juriquilla
No son 5, son 7 sentidos: ¿qué es la propiocepción?
Según el artículo compartido por la UNAM, la propiocepción, el “séptimo sentido” nos proporciona la capacidad de detectar el movimiento y la posición de nuestros músculos y articulaciones, y, de este modo, estar conscientes de nuestra postura corporal con respecto al medio que nos rodea.
“Cuando alguien está sentado en una mesa platicando con otra persona, su cerebro ya ha recibido señales propioceptivas, gracias a las cuales sabe dónde se encuentra su mano derecha y a qué coordenada debe dirigirla para coger su celular sin voltear a verlo”.
Mónica Andrea López Hidalgo, profesora de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Juriquilla
Contrario a lo que pasa con el resto de los 5 sentidos, la propiocepción se puede perder temporalmente, como cuando una persona no siente los músculos debido a que “si uno no se siente a sí mismo y no advierte el lugar que ocupa en el espacio, tampoco puede ejecutar nada”, según la profesora Mónica López, basada en el libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, de Oliver Sacks.
¿La interocepción y propiocepción repercuten en el estado de ánimo?
En las últimas dos décadas se ha observado mediante neuroimágenes que tanto la interocepción como la propiocepción no sólo repercuten en la homeostasis, el equilibrio interno del organismo, sino que también repercuten en el estado anímico de las personas, incluso causando ansiedad y depresión.
En este sentido, según la profesora Mónica Andrea López Hidalgo, así afectan ambos sentidos adicionales al estado de ánimo de una persona:
- Interocepción: Las alteraciones interoceptivas podrían causar ansiedad y depresión, así como un trastorno obsesivo-compulsivo y un cuadro de esquizofrenia. Por otra parte, se ha advertido que, las personas adictas a drogas las consumen a partir de una decisión impulsiva-compulsiva que guarda una estrecha relación con la interocepción.
- Propiocepción: la representación propioceptiva del rostro se proyecta a la región del cerebro que regula el estado de ánimo, por lo que si frunce el ceño como expresión de enojo o tristeza, el estado de ánimo será negativo y si sonrío será positivo.
La experta de la UNAM considera necesario conocer la interocepción y la propiocepción, ya que así se puede entender por qué a veces las personas se sienten ansiosas, enojadas o tristes, y manejar la ansiedad, la depresión y el estrés mediante el análisis del ritmo cardíaco, el control de la respiración y el cambio de actitud manifestado en nuestro rostro.
Finalmente, señala que, para mantener la propiocepción en buen estado es indispensable la constante actividad física, ya que dicho sentido se desarrolla con las actividades motoras.