La inteligencia artificial generativa (IAG) ha irrumpido con fuerza en el panorama tecnológico del mundo con herramientas como Chat GPT y la reciente incursión de Bard, la IA de Google. Estas funcionan para crear contenido original tanto en texto como en códigos, imágenes y hasta videos.
¿Qué es la inteligencia artificial generativa?
La Inteligencia Artificial Generativa se enfoca en la generación de contenido original a partir de datos existentes. Esta tecnología utiliza algoritmos y redes neuronales avanzadas para aprender de textos e imágenes, y luego generar contenido nuevo y único, según OBS Business School.
Estas redes utilizan un enfoque llamado aprendizaje profundo, que permite que aprenda de los datos de manera automática. Esto significa que la IA puede analizar inmensas cantidades de datos y encontrar patrones y relaciones. Esto es útil en el análisis de textos, imágenes y videos, ya que permite que la IA cree material original a partir de estos datos.
Beneficios y riesgos de la IAG
Los beneficios de la IAG son muchos y variados en diferentes sectores. Entre ellos, la OBS Business School, enlista los siguientes:
- Generación de contenido nuevo en áreas como el arte, la música y la literatura.
- Contenido publicitario y de marketing, lo que podría ayudar a las empresas a llegar a un público más amplio.
- Aplicación en la investigación científica y en la medicina para analizar grandes cantidades de datos. Con ello se consigue encontrar patrones y relaciones que de otra manera serían difíciles de detectar.
Uno de los riesgos más importantes asociados con la inteligencia artificial generativa es la posibilidad de generar contenido sesgado. Si la IA es entrenada con este tipo de datos, puede generar contenido que refleje estos sesgos, lo que podría tener consecuencias graves en campos como la política, la justicia, medioambiente, inmigración, economía, etc.
“Otro riesgo para tener en cuenta es la privacidad. Con la capacidad de generar contenido único y personalizado, hay preocupaciones sobre el uso de datos personales y la posibilidad de que estos datos sean utilizados para fines indebidos”.
OBS Business School
La IAG también plantea desafíos éticos en relación con la creatividad y la propiedad intelectual. Con la capacidad de generar contenido original, “¿quién será considerado el autor o creador de ese contenido? ¿Cómo se protegerá la propiedad intelectual de estos productos generados por la IA?”, dice la institución.
Por último, también se plantea el riesgo de una inteligencia artificial generativa que se vuelva incontrolable y comience a generar contenido dañino o peligroso. En este sentido, es importante tener una regulación y control sobre el uso de esta tecnología para evitar estos riesgos potenciales.
El riesgo de la suplantación por la inteligencia artificial generativa
El experto mencionó algunos riesgos de no regular o legislar las prácticas de la IA generativa. “Puede ser alienada a ciertos valores e intereses humanos; además de la generación de contenido escrito, imagen y video falso o malicioso que podría utilizarse en fraudes o suplantación de personas e identidades
“Puede ser una influencia en la democracia hacia la polarización; incidir en la protección a la imagen e intimidad; se convertiría en un riesgo en la interacción con menores de edad”, según Pablo Pruneda Gross, coordinador de la línea de investigación “Derecho e Inteligencia Artificial” del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.