El telescopio James Webb sigue dando de qué hablar por sus sorprendentes tomas del universo, y es que, recientemente dio a conocer un par de imágenes de Júpiter, las cuales son tan sorprendentes que ni los mismos científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) creyeron posibles.
Las imágenes capturadas por el Webb muestran las tormentas gigantes, vientos poderosos, auroras y condiciones extremas de temperatura y presión que Júpiter experimenta en su interior, indicó la NASA en un comunicado.
Tal fue el impacto de las recientes imágenes de Júpiter logradas por el telescopio James Webb que incluso Imke de Pater, profesora emérita de la Universidad de California, Berkeley, se dijo sorprendida:
“Para ser honesta, realmente no esperábamos que fuera tan bueno. Es realmente extraordinario que podamos ver detalles de Júpiter junto con sus anillos, pequeños satélites e incluso galaxias en una sola imagen”.
Se trata de dos imágenes que provienen de la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) del observatorio, la cual tiene tres filtros infrarrojos especializados que muestran detalles del planeta.
Dado que la luz infrarroja es invisible para el ojo humano, la luz se ha mapeado en el espectro visible. Es por ello que, generalmente, las longitudes de onda más largas aparecen más rojas y las longitudes de onda más cortas se muestran más azules. Judy Schmidt, científica ciudadana, fue la responsable de traducir los datos de Webb en imágenes.
En la vista independiente de Júpiter, creada a partir de una combinación de varias imágenes de Webb, las auroras se extienden a grandes alturas sobre los polos norte y sur de Júpiter.
Las auroras brillan en un filtro que se asigna a colores más rojos, lo que también resalta la luz reflejada por las nubes más bajas y las neblinas superiores. Un filtro diferente, asignado a amarillos y verdes, muestra brumas que se arremolinan alrededor de los polos norte y sur. Un tercer filtro, asignado a azules, muestra la luz que se refleja desde una nube principal más profunda.
La Gran Mancha Roja, una famosa tormenta tan grande que podría tragarse la Tierra, aparece blanca en estas vistas, al igual que otras nubes, porque reflejan mucha luz solar.
Sobre esto, Heidi Hammel, científica interdisciplinaria de Webb para observaciones del sistema solar y vicepresidenta científica de AURA, explicó que “el brillo indica una gran altitud, por lo que la Gran Mancha Roja tiene brumas de gran altitud, al igual que la región ecuatorial. Las numerosas ‘manchas’ y ‘rayas’ de color blanco brillante son probablemente cimas de nubes a gran altitud de tormentas convectivas condensadas; por el contrario, las cintas oscuras al norte de la región ecuatorial tienen poca cobertura de nubes”.
En una vista de campo amplio, Webb ve a Júpiter con sus tenues anillos, que son un millón de veces más tenues que el planeta, y dos pequeñas lunas llamadas Amaltea y Adrastea. Los puntos borrosos en el fondo inferior son probablemente galaxias que están “fotografiando” esta vista joviana.
“Esta imagen resume la ciencia de nuestro programa del sistema de Júpiter, que estudia la dinámica y la química del propio Júpiter, sus anillos y su sistema de satélites”, indicó Thierry Fouchet, profesor del Observatorio de París.
Ahora, los investigadores han comenzado a analizar los datos del James Webb para obtener nuevos resultados científicos sobre el planeta más grande de nuestro sistema solar.