El gigante de telecomunicaciones chino Huawei lanzó este miércoles su propio sistema operativo, llamado HarmonyOs, para hacer frente a las sanciones de Estados Unidos que lo privan de usar el sistema Android en sus los teléfonos inteligentes.
Huawei presentó sus primeros dispositivos móviles equipados con el nuevo sistema HarmonyOS a través de un evento en línea transmitido desde su sede en Shenzhen, en el sur de China.
Ahora, el mayor desafío que enfrenta Huawei, según los analistas, son las aplicaciones, ya que necesita convencer a los programadores que las retoquen para que funcionen con HarmonyOS y así los consumidores sigan comprando teléfonos de la firma china.
Ya que sin Android, Huawei no puede ofrecer a los usuarios de sus teléfonos inteligentes aplicaciones muy populares, como el navegador de búsqueda de Google.
“En términos de contenido, cuando se habla del mercado internacional, no se puede vivir sin Google, sin Amazon o YouTube. Será un desafío”, dice Elinor Leung, especialista de internet y telecomunicaciones en Asia de la empresa financiera CLSA.
Huawei podrá resolver fácilmente el problema de las aplicaciones en China, su mercado interno, pero en el resto del mundo las perspectivas son sombrías.
¿Qué llevó a Huawei a desarrollar su propio sistema operativo?
HarmonyOs de Huawei ha sido seguido de cerca por el mundo tecnológico desde que la administración Trump lanzó una campaña muy agresiva en 2018 para frenar el desarrollo de la compañía china, del que Estados Unidos sospecha de espionaje.
En 2019 Washington sancionó a Huawei impidiéndole que acceda a tecnologías estadounidenses para sus productos, en particular al sistema operativo Android de Google, utilizado por casi todos los fabricantes de smartphones con la excepción de Apple, que utiliza su iOS.
Hasta ahora ninguna empresa logró enfrentar al duopolio de Google y Apple en los sistemas operativos móviles. Blackberry, Windows Phone de Microsoft y el dispositivo Fire de Amazon lo intentaron sin éxito.
A pesar de que Huawei se convirtió rápidamente en uno de los tres principales fabricantes de teléfonos inteligentes del mundo, junto al coreano Samsung y el estadounidense Apple, llegando incluso a ocupar el primer lugar impulsado por la demanda en China y los mercados emergentes, las sanciones estadounidenses debilitaron su posición y crearon incertidumbre en cuanto a su futuro.
Además, el acceso de Huawei a los microprocesadores necesarios para fabricar teléfonos también fue limitado en los últimos trimestres.
Huawei, fundada en 1987 por Ren Zhengfei, ex ingeniero del Ejército Popular de Liberación, se orientó en los últimos años hacia nuevos productos, menos vulnerables a las sanciones de Estados Unidos.
La empresa aceleró su diversificación en sectores como la informática desmaterializada, “cloud” o nube, o los vehículos conectados, más allá de la 5G, donde es uno de los líderes del mercado.