El mar aún tiene misterios por mostrar al mundo y un grupo de científicos descubrió una antigua ciudad frente a la costa de Australia.
Los vestigios se encontraron en la plataforma noroeste de Sahul, ubicada en la región norte de Kimberley, una masa de tierra que se conecta con Nueva Guinea.
De acuerdo con un estudio de Quaternary Science Reviews, varios artefactos y signos de vida humana han sido descubiertos en esta área sumergida.
Así era la ciudad sumergida encontrada en las costas de Australia
Durante el Pleistoceno tardío, hace aproximadamente 2.5 millones de años, la tierra sumergida florecía como un próspero ecosistema.
La masa de tierra superaba en tamaño al Reino Unido en más de 1.6 veces. Lo que antes se consideraba un desierto resultó ser una plataforma llena de lagos, ríos, arroyos habitables de agua dulce y salada, así como un gran mar interior. Este entorno acuático podría haber sustentado a una población estimada entre 50 mil y 500 mil personas.
La plataforma sumergida podría haber servido como un puente que permitió a la gente caminar hacia Australia antes de que se convirtiera en la isla como la conocemos hoy.
Sin embargo, aproximadamente la mitad de la plataforma se sumergió entre 12 mil y 9 mil años atrás, durante un período de rápido aumento global del nivel del mar. Este evento llevó a la retirada de las poblaciones humanas.
Los científicos sugieren que aquellos que se dirigieron hacia un archipiélago en la plataforma se convirtieron en los “primeros exploradores marítimos de Wallacea”. Estos pioneros crearon un entorno propicio para que sus economías marítimas se adaptaran al vasto continente terrestre de Sahul.
Aunque la historia detrás de esta colonia perdida aún está por descubrirse completamente, los científicos planean continuar reconstruyendo la paleoecología de estos paisajes sumergidos.
El estudio destaca que los márgenes continentales ahora sumergidos desempeñaron un papel crucial en las primeras expansiones humanas en todo el mundo.
La arqueología submarina en Australia está en aumento, contribuyendo a un panorama mundial cada vez mayor de la migración humana temprana y el impacto del cambio climático en las poblaciones humanas del Pleistoceno tardío.
El hallazgo no solo revela los secretos de un pasado olvidado, sino que también arroja luz sobre la resiliente adaptabilidad de las comunidades humanas frente a los desafíos ambientales a lo largo de la historia.