Un programa de conservación en Bolivia identificó al menos 60 osos “Paddington” en áreas donde no habían sido vistos antes, dando a los conservacionistas de animales la esperanza de que la especie pueda estabilizarse.
El tipo de oso andino (Tremarctos ornatus), conocido como oso de anteojos o Jukumari, el único nativo de América del Sur, es también la inspiración detrás del querido oso ficticio Paddington, que viaja a Londres, es adoptado por una familia y come montones de mermelada.
Desde 2017, la iniciativa del Programa de Conservación de Carnívoros Andinos del Zoológico de Chester instaló cámaras trampa en las áreas forestales del departamento de Tarija y en 2023 avistó a varios miembros de la próspera comunidad de osos jugando o caminando entre los árboles.
Según Ximena Vélez, coordinadora del Programa de Conservación de Carnívoros Andinos, el oso andino es considerado una especie vulnerable a la extinción.
“Lo que significa que las amenazas que hemos identificado, que son tres: pérdida de hábitat, caza represalia y los efectos del cambio climático en la calidad de su ecosistema, de su hábitat”
Ximena Vélez
El experta advirtió que si para 2030 no se abordan las amenazas a la especie como la pérdida de hábitat, la caza de represalia y los efectos del cambio climático, la región podría perder casi el 30% de la población de osos.
Por su parte, Paul Bamford, gerente de programas de campo regionales para las Américas en el zoo de Chester, coincide con lo que dice Vélez sobre que una de las amenazas del oso es el cambio climático.
“Una de las amenazas que enfrenta esta especie es el cambio climático. Por lo tanto, su conservación está directamente relacionada con nuestras acciones aquí, en el Reino Unido y en países de todo el mundo”.
El oso andino reside en todos los Andes subtropicales desde Bolivia hasta Venezuela.