Un equipo de investigadores de Universidad Politécnica de Madrid (UPM) descubrió lo que se cree es un campamento romano y la antigua ciudad celtibérica de Titiakos. Ambos sitios habían estado ocultos durante más de 2000 años en una cantera de piedra caliza en la localidad de Deza, provincia de Soria, España.
Según los expertos, el hallazgo se dio en una cantera de caliza que fue explotada de manera rápida y de una sola vez para la construcción de un gran campamento militar. El cual tenía como fin de mejorar la defensa de la cercana e importante ciudad celtibérica de Titiakos durante las guerras sertorianas de Pompeyo, que ganó la guerra civil en Roma.
Hasta ahora, los restos arqueológicos de este campamento militar romano y la antigua ciudad celtibérica de Titíakos habían pasado desapercibidos. Esto debido a que el lugar y la roca “están naturalizados de tal manera que, después de más de 2,000 años, los frentes de la cantera pasaban por ser accidentes naturales del terreno”, dijo el investigador Eugenio Sanz.
“Pese a su relevancia, este yacimiento nunca ha sido estudiado y ha permanecido ignorado. Hasta la fecha no se había realizado ningún estudio sistemático que haya tratado de descubrir su importancia histórica”, indicó Vicente Alejandre, integrante del equipo de investigación.
Además, en los campos de labor inmediatos se encontraron monedas celtiberas y proyectiles de plomo.
“Se trata de un campamento romano y la mayoría de las monedas corresponden a la ceca de Titiakos acuñadas en periodo de las guerras sertorianas. Nos presupone que Deza era esa ciudad celtibérica, aunque no es seguro. También los proyectiles nos hablan de una batalla”, mencionó Alejandre.
¿Cómo fue posible su hallazgo?
El hallazgo se dio gracias a la comparación de fotografías aéreas de la geomorfología del lugar, la cual presenta una anomalía que se podría explicar con la explotación de una cantera y, posteriormente, se confirmó sobre el terreno.
Otro elemento usado en la identificación fue el camino de la cantera por el que se sacaba la piedra. Según los expertos, dicho camino no iba a la ciudad de Titiakos, sino que subía inexplicablemente y con pendientes suaves recorriendo unos 700 m hacia aguas arriba de la hoz hasta alcanzar el altiplano. Posteriormente, arriba se extendía un laberinto de largos y gruesos muros.
Los hallazgos arqueológicos localizados fueron publicados en la revista “Archaeological and Anthropological Sciences”.