En su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó a México y otros 10 países a cerca de la necesidad y urgencia de adoptar políticas de buenas prácticas sobre las grasas trans. Pero, ¿qué son, dónde se encuentran y por qué son peligrosas?, aquí te lo decimos.
¿Qué son las grasas trans?
Las grasas trans o ácidos transgrasos son un tipo de grasa alimentaria, y según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), la grasa trans es la peor para la salud, ya que un consumo elevado de éstas incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y otros padecimientos.
Alimentos que contienen grasas trans
Las grasas trans se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como manteca o margarina.
De ahí que este tipo de grasa se encuentre en muchos alimentos fritos, empacadas o procesados, por ejemplo:
- Empanizados y frituras
- Manteca y margarina en barra
- Pasteles, mezcla para pasteles, tarta, masa para tarta, donas
Si bien, los alimentos de origen animal, como las carnes rojas y los lácteos, tienen pequeñas cantidades de grasas trans, la mayoría de ellas proviene de los alimentos procesados.
Grasas trans, un peligro para la salud
La OMS y otras autoridades de salud internacionales señalan que las grasas trans están relacionadas con un mayor riesgo de ataques cardíacos y muerte por enfermedades del corazón ya que aumentan el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo” y también reducen el colesterol HDL, “colesterol bueno”.
Tener niveles altos de LDL junto con niveles bajos de HDL puede provocar que se acumule colesterol en las arterias, es decir en los vasos sanguíneos; que a su vez incrementa las probabilidades de presentar una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular.
Además, comer demasiadas grasas trans puede provocar que las personas aumenten de peso e incrementa el riesgo de presentar diabetes tipo 2.
- Mantener un peso saludable puede reducir su riesgo de tener diabetes, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
¿Consumir o no consumir grasas trans?, ésa es la cuestión
De acuerdo con los NIH el cuerpo no necesita grasas trans, por ello se sugiere consumir la menor cantidad posible.
Debido a que las grasas trans se encuentran en muchos alimentos procesados y empaquetados, los expertos recomiendan evitar alimentos como:
- Galletas, tartas, pasteles, bizcochos, pan dulce y donas
- Pan y galletas saladas
- Alimentos congelados, como meriendas congeladas, pizza, helado, yogur congelado, malteadas y pudín
- Botanas
- Comida rápida
- Grasas sólidas, como la manteca y la margarina
- Sustitutos de crema no lácteos
Ya que además de contener estas “grasas malas”, estos alimentos a menudo son bajos en nutrientes y tienen calorías adicionales por el azúcar.
Sin embargo, no todos los alimentos empaquetados contienen grasas trans. Su presencia depende de los ingredientes que se hayan utilizado. De ahí la importancia de leer las etiquetas.
“Está bien darse un gusto con dulces u otros alimentos altos en grasas de vez en cuando, pero lo mejor es evitar los alimentos que contienen grasas trans del todo”.
NIH
Recomendaciones
Puede reducir la cantidad de grasas trans consumidas, los NIH sugieren sustituir los alimentos poco saludables con opciones más sanas.
Una de ellas es reemplazar los alimentos altos en grasas saturadas y grasas trans con alimentos que tienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, por ejemplo:
- Usar aceite de cártamo o de oliva en lugar de mantequilla, manteca vegetal, y otras grasas sólidas.
- Cambiar de margarina sólida a margarina suave.
- Preguntar en qué tipo de grasas se cocinan los alimentos cuando salga a comer a restaurantes.
- Evitar los alimentos fritos, empaquetados y procesados.
- Reemplazar las carnes con pollo sin piel o pescado algunos días a la semana.
- Reemplazar los lácteos enteros con leche, yogur y queso bajos en grasas o desgrasados.
La OMS alerta a países por la sobrecarga de grasas trans
El tercer informe anual de progreso sobre la eliminación mundial de grasas trans de la OMS destacó que hasta ahora 40 países tienen políticas de eliminación de grasas trans de mejores prácticas, que protegen a mil 400 millones de personas en todo el mundo de este compuesto alimenticio mortal. No obstante, indicó que “los países de bajos ingresos se están quedando atrás”.
Cifras de la OMS muestran que actualmente, 10 de los 15 países que se estima tienen la mayor carga de grasas trans producidas industrialmente no han adoptado una política de buenas prácticas sobre grasas trans. Dichos países entre los que se incluye a México son: Egipto, Irán, Azerbaiyán, Ecuador, Pakistán, República de Corea, Bután, Nepal y Australia.
Por ello, el organismo mundial recomendó que los países desarrollen, implementen y apliquen políticas de mejores prácticas, ya sea estableciendo límites de grasas trans o prohibiendo los aceites parcialmente hidrogenados, una fuente importante de grasas trans en los alimentos. Los enfoques recomendados adicionales incluyen:
- Invertir en seguimiento y vigilancia
- Abogar por regulaciones regionales o subregionales para expandir los beneficios de las políticas de grasas trans
- Aprovechar las políticas de mejores prácticas existentes que están siendo implementadas por varios países para acelerar el progreso en su región en la reformulación de productos alimenticios que contienen grasas trans y facilitar el comercio.
- Brindar apoyo técnico para desarrollar capacidades regulatorias que alentarán el desarrollo, implementación y cumplimiento de políticas de mejores prácticas.
También alentó a los fabricantes de alimentos a comenzar a implementar los compromisos que asumieron para eliminar las grasas trans producidas industrialmente de sus productos, y espera que los principales proveedores de aceites y grasas den un paso adelante para eliminar las grasas trans producidas industrialmente de los productos que se venden a los fabricantes de alimentos a nivel mundial.