El iceberg que es 80 veces el tamaño de Manhattan, conocido como A68a, fue fotografiado para observar su estado que es cada vez más irregular.
Las imágenes que se dieron a conocer revelan múltiples grietas y fisuras, innumerables trozos de hielo que se han caído y lo que parecen ser túneles que se extienden debajo de la línea de flotación.
El témpano antártico se está acercando actualmente al territorio británico de Georgia del Sur.
El A68a está ahora a solo 200 km de la isla y existe una posibilidad real de que se quede atascado en aguas costeras poco profundas.
Un vuelo de reconocimiento de las Fuerzas Británicas de la Isla del Atlántico Sur (BFSAI) fue enviado para evaluar la situación.
Michael Wilkinson, oficial al mando de la expedición, publicó en Facebook:
“Guiado por rastreo satelital, el A400M puede sumergirse en el clima y acercarse al iceberg, lo que permite observaciones más detalladas”
Wilkinson señaló que “esta es ciertamente una tarea única e inolvidable en la que se puede participar”.
Las imágenes de satélite adquiridas en las últimas semanas también han sugerido que los bordes de A68a se están desmoronando rápidamente.
La acción implacable de las olas está rompiendo innumerables fragmentos pequeños, los llamados “trozos de bergy” y “gruñidores”.
Pero algunas de las piezas que se partirán son objetos importantes por derecho propio y necesitarán un seguimiento debido al peligro adicional que supondrán ahora.
Las nuevas imágenes se analizarán para tratar de comprender cómo podría comportarse el iceberg en las próximas semanas y meses.
Trayectoria del iceberg
Actualmente el iceberg se dirige directamente a Georgia del Sur, el A68a se transporta en aguas rápidas que deberían desviar el bloque en un circuito alrededor de la parte sur de la isla.
Existe un interés considerable en si el témpano podría aterrizar en la plataforma continental del territorio.
Si eso sucediera, podría causar considerables dificultades a las focas y pingüinos de la isla mientras intentan salir al mar para buscar pescado y krill.
Cuando el A68a se desprendió de una plataforma de hielo en la Antártida en julio de 2017, medía casi 6 mil kilómetros cuadrados, pero ahora solo mide 4, 200 kilómetros.
Los expertos se sorprenden de que el iceberg no haya perdido más volumen.