Flotador de baño, el invento mexicano que revolucionó el siglo XVIII
El 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Retrete, fecha instaurada por Naciones Unidas como parte de una campaña de toma de conciencia de la importancia del acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
Por tal motivo recordamos que en México se creó un invento, el flotador de baño, el cual fue bautizado como “obturador automático flotante” en 1790 y que ayudó ahorrar agua.
¿Quién inventó el flotador de baño?
El popularmente conocido como flotador fue inventado por José Antonio de Alzate, un científico de Ozumba, Estado de México, que dominaba varias disciplinas.
El flotador de baño es un aparato que controla la salida de agua y evita su desperdicio, como el que tienen las tazas del baño por dentro: esa pequeña bomba, hecha de plástico y unida por un brazo a la palanca, que sube cuando le “jalas al baño”.
De acuerdo con la revista Origen México, a finales del siglo XVII, el desperdicio de agua representaba un grave problema para la antigua Ciudad de México, por las grandes cantidades que se derramaban de las fuentes al no tener un sistema que las cerrara cuando estaban llenas.
La solución fue este sencillo aparato que controla la salida de líquido de un contenedor para evitar su desperdicio. Su uso más común es en los sistemas de baño y los tinacos, que ha permitido el ahorro de millones de litros de agua.
¿Quién fue José Antonio de Alzate?
José Antonio de Alzate y Ramírez fue un filósofo pero también fue teólogo, sacerdote, astrónomo, cartógrafo, geógrafo, historiador, naturalista, botánico y periodista, nació en el Estado de México, en la localidad de Ozumba el 21 de noviembre de 1737.
Al ser de una familia acomodada, tuvo la capacidad económica de entrar a los 10 años al Colegio de San Ildefonso, unos años más tarde ingresó movido por su interés de conocer y divulgar el saber en un afán de lograr el progreso de la Nueva España se matriculó en la Real y Pontificia Universidad de México donde recibió el grado de Bachiller en Artes, y posteriormente el grado de Bachiller en Teología.
En aquella época, el acceso al conocimiento y a los avances en las ciencias estaba limitado a quienes pertenecieran al clero o formaban parte de las estructuras de gobierno, tal parece que la carrera eclesiástica fue para Alzate una forma de logar sus objetivos y saciar su sed de saber.
En 1768 fundó el Diario Literario de México con la finalidad de dar difusión a las noticias científicas provenientes de Europa.