Si pretendes espiar a alguien por WhatsApp, deberías pensarlo dos veces antes de hacerlo. Expertos en seguridad cibernética sostienen que intervenir la mensajería de una persona no sólo no es posible, sino que, es ilegal y las herramientas que prometen hacerlo implican riesgos para quien las utiliza.
Sitios, extensiones y aplicaciones que prometen poder espiar el WhatsApp
Las herramientas que ofrecen la posibilidad de espiar las conversaciones de WhatsApp de una persona pueden presentarse en el formato de aplicación, sitio web o extensiones de navegador. Todas las cuales implican riesgos para quien las usa, indica Daniel Cuhna Barbosa en un informe de análisis de la compañía de ciberseguridad ESET.
Páginas web
Según los análisis realizados por ESET, las sitios web que ofrecen el servicio de “hackeo” de WhatsApp son sitios con un diseño muy simple, pero no portan ningún código malicioso. Aunque esto no los hace menos riesgosos.
Por ejemplo, algunos de estos sitios, como “Hackingtor”, llegan a solicitar que se elija entre “hackear mensajes antiguos” o más recientes, para determinar la forma de crackear. Sin embargo, lo único que hacen estos sitios es sólo una simulación.
De acuerdo con el experto, una de las intenciones de estas herramientas es recopilar información como el número de teléfono y el sistema operativo, ya que con estos datos se podrían difundir malware y amenazas a blancos específicos.
Una segunda intención de ofrecer falsos servicios de espionaje por WhatsApp es la propagación de publicidad. Según el especialista, ésta se introduce al informar al usuario que para tener acceso a los supuestos datos recolectados de la cuenta que quieren espiar debe seguir algunos pasos adicionales. Los pasos anteriores conducen a varios sitios repletos de publicidad donde los delincuentes ganan una pequeña cantidad de dinero por cada acceso, alimentando así la industria de la ciberdelincuencia.
¿Cómo operan los sitios web que permiten “espiar en WhatsApp?
Según Cuhna Barbosa, en su mayoría los sitios que prometen espiar por WhatsApp sólo requieren completar algunos datos, como el número de WhatsApp y el sistema operativo de la persona que se quiere espiar“, y a que, presentan prácticamente la misma estructura.
Dicha estructura consiste en “una pantalla que simula que se están ejecutando muchos comandos para acceder a la información del número de teléfono proporcionado, pero en realidad no se ejecuta nada”.
El especialista en seguridad informática asegura que, lo que los usuarios observan cuando usan este tipo de herramientas son sólo textos programados en la página que no generan ningún tráfico cuando se introduce la información en los campos.
Incluso, “aunque algunos de estos sitios muestren imágenes que pueden parecer convincentes, lo que ofrecen es mentira”, asegura Cuhna Barbosa.
Extensiones de navegador
Entre las distintas opciones que se ofrecen en la web para espiar el WhatsApp de un tercero están las extensiones para navegadores, las cuales tampoco funcionan y también tienen como fin la propagación de publicidad.
No obstante, los peligros que conlleva la instalación de una extensión son mucho mayores. Esto se debe a que la instalación de software en el navegador puede traer varias complicaciones, así como la posibilidad de cambiar el funcionamiento del propio navegador.
Además, puede ser utilizado como una herramienta para descargar otros programas maliciosos sin que el usuario sea consciente.
¿Cómo funcionan las extensiones de navegador que prometen “espiar en WhatsApp?
Según la descripción de la extensión, los interesados deben instalar la extensión en el navegador o remitirse a un sitio web que hará lo mismo. Sin embargo, al instalarla, lo único que ocurrirá es que se accederá a un generador de clics.
“Lo único que hace la extensión es mostrar una pequeña página web en forma de botón que dirige a una dirección que ofrece servicios falsos relacionados a YouTube. Al elegir cualquiera de las opciones, el sitio solicitará realizar una verificación, supuestamente para confirmar que el proceso no está siendo realizado por un robot. Dicha verificación consiste en completar un cuestionario larguísimo en páginas repletas de anuncios”, dice Cuhna Barbosa.
Si bien, hasta ahora las extensiones de navegador no contienen un código malicioso, los riesgos se mantienen latentes, ya que, no sería la primera vez que atacantes utilizan extensiones que se hacen pasar por herramientas legítimas para realizar acciones maliciosas.
Aplicaciones
Las aplicaciones de monitoreo de teléfonos móviles siempre han existido y se ofrecen en el mercado como herramientas para aumentar la seguridad de los dispositivos, permitiendo a sus propietarios gestionarlos a distancia.
Asimismo, el cifrado de extremo a extremo de WhatsApp protege mensajes, fotos, videos, mensajes de voz, documentos, actualizaciones de estado y llamadas. Garantizando que sólo las personas del chat puedan leer o escuchar lo que se envía, y que nadie más, ni siquiera WhatsApp.
¿Cómo funcionan las extensiones de navegador que prometen “espiar en WhatsApp?
Existen dos principales tipos de aplicaciones: las más genéricas, y generalmente gratuitas, y las apps de monitoreo y control. Aunque hay muchas aplicaciones que ofrecen una función de clonación o seguimiento, las cuales sólo utilizan la interfaz de una aplicación para utilizar una función ya disponible en el propio WhatsApp, como el uso de WhatsApp web.
¿Por qué no es posible espiar la aplicación de WhatsApp de una persona?
En primer lugar, el experto indica que espiar el WhatsApp de una persona no es posible dado que “sería un daño irreversible para la imagen de WhatsApp”. Además, de que en la mayoría de los países del mundo es ilegal interceptar las comunicaciones de un tercero mediante la instalación y o uso de estas aplicaciones sin consentimiento y autorización.
No obstante, Cuhna Barbosa dice que el riesgo que conllevan las supuestas aplicaciones para espiar WhatsApp es similar al de las extensiones del navegador, pero con el agravante de que el riesgo está ligado al teléfono. Lo cual resulta delicado en tanto que el teléfono es donde la mayoría de las personas guarda la mayor cantidad de datos sensibles.
Esto ocurre debido a que en el cifrado de extremo a extremo, los mensajes se aseguran con un “candado”, y sólo los usuarios involucrados tienen la “llave especial” que se necesita para desbloquearlos y leerlos.
