Se prevé que una estrella nova ilumine el cielo nocturno de México
El cielo nocturno de México está a punto de recibir un espectáculo astronómico, según Diego López Cámara Ramírez, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, explicó que se espera que entre lo que resta de este año y el primer semestre de 2025, la estrella T Coronae Borealis (T CrB) protagonice una fenómeno conocido como nova que la hará tan brillante como la Estrella del Norte.
Un fenómeno esperado por décadas
En un artículo publicado en la Gaceta de la UNAM se explica que T CrB es un sistema binario ubicado en la constelación de Corona Borealis, a unos 2 mil 600 años luz de la Tierra. Este tipo de eventos, conocidos como novas, son altamente anhelados por astrónomos y aficionados, ya que son relativamente raros y espectaculares.
López Cámara explicó que T CrB repite este ciclo aproximadamente cada 40 años, siendo su última actividad registrada en la década de 1940.
Aunque no hay una fecha exacta para su aparición, el evento será monitoreado por observatorios en todo el mundo. “La nova podría ser visible a simple vista durante semanas o incluso meses, iluminando el firmamento de manera única”, señaló el investigador.
Qué es una nova
El fenómeno se origina en el sistema binario de T CrB, compuesto por una gigante roja y una enana blanca. La gigante roja, en las últimas etapas de su vida, está siendo despojada lentamente de su material por la enana blanca vecina. Este “robo” hace que el hidrógeno y helio de la gigante roja se acumulen en la superficie de la enana blanca, generando presión y temperaturas extremas.
“Cuando las condiciones son críticas, se inician reacciones de fusión nuclear que convierten el hidrógeno en helio y el helio en carbono. Este proceso emite una cantidad masiva de energía, haciendo que la estrella brille entre 50 mil y 100 mil veces más que el sol”, explicó López Cámara.
Este fenómeno permitirá que T CrB sea hasta 10 veces más brillante que Sirio, la estrella más luminosa del cielo nocturno.
Escritos chinos y coreanos del año 5 a.C. describen una “estrella invitada” que podría haber sido una nova similar. Aunque no son tan brillantes como las supernovas, las novas tienen una característica especial: su recurrencia.
“Las supernovas emiten mil millones de veces más energía que el sol, y las kilonovas, como la registrada en 2017, son aún más brillantes. Sin embargo, las novas tienen el encanto de ser más frecuentes y observables desde la Tierra”, puntualizó el experto.
