La NASA compartió una imagen de un par de galaxias que parecen un pingüino y su huevo a millones de años luz de la Tierra.
La agencia espacial estadounidense captó la imagen con sus telescopios espaciales Hubble y Spitzer de Arp 142 que aportan un extraño parecido con un pingüino que custodia un huevo.
La obra cósmica se encuentra a unos 23 millones de años luz de la Tierra, es decir, que se encuentra a una distancia al menos diez veces mayor a la que se encuentra Andrómeda, galaxia vecina de la Vía Láctea.
La NASA explicó que la parte de la pareja es una galaxia espiral retorcida y tirada por el tijo de su vecino. Debido a su mezcla de características, nuevas estrellas, hedas de gas, y otras, su distorsión es fácilmente visible.
El “huevo”, en contraste, aparece sin características debido a su suave distribución de estrellas viejas. Esto esconde cualquier forma causada por su vecino.
La agencia espacial señala que con el tiempo la gravedad acercará estas dos galaxias hasta que se fusionen en una. Este tipo de fusión probablemente ocurrió en la historia de las galaxias más grandes que vemos hoy, incluyendo la Vía Láctea.
¿De qué está formado el “pingüino” captado por la NASA?
El “pingüino” es oficialmente conocido como NGC 2936, sus estrellas recién formadas se ven en filamentos azulados capturados por el telescopio Hubble.
Mientras que las hebras de gas mezcladas con polvo son vistas como filamentos rojos que son detectados por las longitudes de onda más largas de luz infrarroja por el telescopio Spitzer.
El nombre del “huevo” es NGC 2937 y el brillo verde indica que es una población de estrellas mucho más antiguas.
El hecho de que Spitzer no recogió nada del polvo rojo demuestra que hace mucho tiempo ha perdido sus depósitos de gas y polvo del que nacen nuevas estrellas.
Combinar la luz de los espectros visibles e infrarrojos ayuda a los astrónomos a armar la compleja historia de los ciclos de vida de las galaxias, mencionó el Laboratorio de Propulsión de la NASA.