La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) abrió este martes la sonda de la misión OSIRIS-REx que recolectó muestras del asteroide Bennu y anunció que halló un “polvo negro y restos” en su interior. Sin embargo, aún no ha examinado el grueso de la muestra.
El recipiente fue abierto en el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas y corresponde a la primera tapa de una cámara hermética, y según los expertos de la agencia espacial estadounidense, inmediatamente “encontraron polvo negro y restos”, aunque no precisó si se trataba de fragmentos de asteroide.
La muestra del asteroide será analizado y se llevará a cabo un “cuidadoso proceso de desmontaje” del compartimento de recogida, “para poder acceder a la muestra principal que se encuentra en su interior”, escribió la NASA.
La muestra, tomada del asteroide Bennu, contiene alrededor de 250 gramos de material, según estimaciones de la agencia espacial estadounidense.
Esta primera etapa de análisis es importante ya que la sonda OSIRIS Rex aterrizó a penas el domingo pasado en el desierto de Utah, después de siete años de su despegue. No obstante, a su regreso, la nave tuvo que realizar una maniobra de alto riesgo.
Durante aquella operación, la NASA se percató de que la tapa del recipiente colector no podía cerrarse. Pero finalmente se logró asegurar la muestra y transferir a la sonda de acuerdo con lo previsto.
Sin embargo, debido a este fallo, los científicos esperaban encontrar restos de la muestra del asteroide fuera del compartimento de recolección, en la caja donde estaba colocado.
Está prevista una conferencia de prensa para el 11 de octubre para “dar a conocer la muestra”.
¿Por qué es importante la muestra del asteroide tomada por la misión OSIRIS Rex?
El análisis de la composición del asteroide Bennu permitirá a los científicos comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar y cómo se volvió habitable la Tierra.
Los científicos creen que este cuerpo espacial, de 500 metros de diámetro, es rico en carbono y contiene moléculas de agua encerradas en minerales.
Existe una probabilidad en 2 mil 700 posibilidades de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo cual sería catastrófico. En 2022, la NASA logró desviar la trayectoria de un asteroide impactándolo.