Asteroide 2024 YR4: cuáles son los últimos pronósticos del riesgo de impacto en la Tierra y todo lo que debes saber

En sólo 24 horas, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) redujo del 3.1 al 1.5% la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032, una probabilidad baja en cualquier caso.
2024 YR4 fue descubierto el 27 de diciembre pasado en el telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Río Hurtado, Chile. Tiene un diámetro de 55 metros. Un asteroide de ese tamaño impacta la Tierra, en promedio, cada pocos miles de años y podría causar daños graves a una región local, según la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
Todo lo que se sabe del Asteroide 2024 YR4
Poco después de su descubrimiento, los sistemas automatizados de alerta de asteroides determinaron que el objeto tenía una probabilidad muy pequeña de impactar potencialmente, que pasó del 1.2 al 2.3 y luego bajó al 2%, para subir el 18 de febrero al 3.1% y bajar al 1.5 en la actualización del 19 de febrero del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA.
En caso de impacto, el riesgo afecta a una banda de la superficie terrestre que se extiende a lo largo del Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia, según el International Asteroid Warning Network (IAWN).
Las observaciones en curso desde telescopios terrestres involucrados con la Red Internacional de Advertencia de Asteroides continuarán mientras el asteroide todavía sea visible hasta abril, después de lo cual será demasiado débil para observarlo hasta alrededor de junio de 2028.
El Telescopio Espacial James Webb de la NASA también observará el asteroide en marzo de 2025 para evaluar mejor su tamaño.
A medida que se obtengan más observaciones de la órbita del asteroide, su probabilidad de impacto se conocerá mejor. Es posible que el asteroide 2024 YR4 sea descartado como un peligro de impacto, como ha sucedido con muchos otros objetos que han aparecido anteriormente en la lista de riesgo de asteroides de la NASA, mantenida por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA. También es posible que la probabilidad de impacto siga aumentando, según la NASA.
Desde la ESA se explica que el asteroide 2024 YR4 ahora está clasificado en el nivel 3 en la escala de riesgo de impacto de Turín: un encuentro cercano que merece la atención de los astrónomos y el público.
La órbita del asteroide alrededor del Sol es alargada (excéntrica). Actualmente, se está alejando de la Tierra casi en línea recta, por lo que es difícil determinar con precisión su órbita estudiando cómo se curva su trayectoria a lo largo del tiempo.
Cómo se prepara la Tierra para el posible impacto de un asteroide
Aunque las probabilidades de que ese asteroide 2024 YR4 sigan aumentando hasta el 100%, “no estamos indefensos”, enfatizó Richard Moissl, jefe de la oficina de Defensa Planetaria de la ESA, a la agencia AFP.
A continuación, algunas de las maneras en las que la humanidad podría desviar o destruir el asteroide 2024 YR4.
Chocar una sonda contra el asteroide
Sólo una estrategia de defensa planetaria ha sido probada en un asteroide real. En 2022, la Prueba de Redirección de un Asteroide Doble (DART) de la NASA impactó deliberadamente una sonda contra el asteroide Dimorphos, de 160 metros de ancho, logrando alterar su órbita alrededor del asteroide Didymos, de casi 800 metros de diámetro.
Una ventaja de este plan es que se podrían lanzar múltiples sondas de impacto contra el asteroide 2024 YR4 y observar cómo cada una cambia su trayectoria, explicó Bruce Betts, científico jefe de la organización sin ánimo de lucro Planetary Society.
“Hay que tener cuidado de no exagerar”, advirtió Moissl, ya que si la sonda destruyera parcialmente el asteroide, eso podría generar fragmentos que a su vez también podrían dirigirse hacia la Tierra, añadió.
Tractor gravitacional, haces de iones y pintura
Otra idea es el “tractor gravitacional”, que consiste en enviar una nave de gran masa cerca del asteroide y, sin tocarlo, usar su atracción gravitatoria para alejarlo de la Tierra.
Otra estrategia sin contacto sería colocar una nave cerca del asteroide con propulsores que emitan un “flujo constante de iones” para empujarlo fuera de su curso, según Moissl.
Los científicos también han considerado rociar pintura blanca en un lado del asteroide, aumentando su reflectividad para cambiar su trayectoria lentamente, impulsado por el viento solar.
Estas estrategias más sutiles requerirían llegar al asteroide con más antelación que otras opciones más drásticas.
La opción nuclear
Otra posibilidad es simplemente destruirlo con una bomba nuclear. En lugar de perforar el asteroide para insertar una bomba nuclear, como en la película “Armageddon”, la explosión ocurriría cerca del asteroide.
El año pasado, investigadores estadounidenses probaron esta teoría con un asteroide simulado del tamaño de una canica en el laboratorio. Descubrieron que los rayos X de la explosión nuclear vaporizarían su superficie, empujándolo en la dirección opuesta.
Sin embargo, más allá de los dilemas éticos, políticos y legales de enviar armas nucleares al espacio, ésta es una opción extrema pensada para asteroides de kilómetros de ancho, como el que extinguió a los dinosaurios.
Además, una explosión nuclear podría de nuevo fragmentar el asteroide en pedazos impredecibles que seguirían siendo un peligro para la Tierra.
Láseres
Una línea similar, pero menos peligrosa, consiste en disparar rayos láser para vaporizar un lado del asteroide y empujarlo fuera de su trayectoria.
Los experimentos de laboratorio sugieren que esta estrategia es viable, aunque no es una de las principales opciones consideradas, según Betts.
Qué pasaría si todo lo demás falla
Si fuera necesario, desviar este asteroide sería “factible, pero depende de la rapidez con la que actuemos como planeta”, afirmó Moissl.
Aunque los expertos y las agencias espaciales harán sus recomendaciones, la decisión final sobre cómo abordar la amenaza recaerá en los líderes mundiales.
Si todo falla, se conocería con precisión la zona de impacto del asteroide, que no es un “asesino planetario” y, en el peor de los casos, amenazaría una ciudad, dijo Moissl.
Esto significa que la última línea de defensa sería prepararse para el impacto, lo que podría incluir evacuaciones si la zona estuviera poblada.
“Siete años y medio significa mucho tiempo para prepararse”, concluyó Moissl, enfatizando que sigue habiendo un gran porcentaje de probabilidad de que el asteroide no impacte la Tierra.