Un grupo de astrónomos elaboró una animación que muestra la explosiva y fugaz manifestación de los rayos gamma en el universo desde febrero de 2022 hasta febrero 2023. Los científicos emplearon al Telescopio de área grande (LAT, por sus siglas en inglés) a bordo del telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA.
Este instrumento escanea todo el cielo cada tres horas y detecta los rayos gamma con energías que van desde 20 millones hasta más de 300 mil millones de electronvoltios.
“Para armar esta base de datos, nos inspiraron los astrónomos que estudian galaxias y querían comparar las curvas de luz visible y de rayos gamma en escalas de tiempo largas”, explicó Daniel Kocevski, astrofísico de la NASA y coautor del estudio.
“Recibimos solicitudes para procesar un objeto a la vez. Ahora la comunidad científica tiene acceso a todos los datos analizados de todo el catálogo”, agregó.
Áreas centrales de galaxias en el universo
En un artículo científico publicado en The Astrophysical Journal Supplement Series, los investigadores explican que más del 90% de las fuentes observadas y que pueden apreciarse en el conjunto de datos son blázares. Se trata de áreas centrales de galaxias con agujeros negros supermasivos activos y de enorme potencia, capaces de producir chorros de partículas que apuntan en dirección directa hacia la Tierra: aunque esto nos permite detectarlos, no constituyen ningún riesgo para nuestro planeta.
Los blázares se encuentran entre los fenómenos más violentos del universo, pero son claves para avanzar en el entendimiento de los eventos extragalácticos: sus emanaciones relativistas, o sea capaces de alcanzar velocidades que representan un porcentaje significativo de la velocidad de la luz, son fuentes de rayos gamma y de partículas de alta energía llamadas neutrinos.
Diversos estudios científicos previos sostienen que los neutrinos, portadores de una información crucial sobre el pasado del cosmos, se crean en los blázares, los cuales funcionan como verdaderos “aceleradores de partículas” ocultos en el universo. Los observatorios terrestres, como por ejemplo el Observatorio de Neutrinos IceCube de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, ubicado en la Antártida, pueden detectar estas partículas de alta energía producidas en los chorros relativistas que generan los blázares.