Científicos descubrieron una nueva especie de escarabajo venenoso denominado Eurymeloe orobates y es exclusivo de Guadalajara, España. La ciencia sigue encontrando nuevos animales e insectos, incluyendo a este especimen que hasta ahora era desconocido para los investigadores.
El nuevo escarabajo de origen español fue descubierto por un equipo científico formado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC). Los hallazgos de la investigación fueron publicados en la revista académica ZooKeys.
¿Cómo es el nuevo escarabajo venenoso?
Este nuevo escarabajo, bautizado como Eurymeloe orobates, es un coleóptero de la familia Meloidae, un grupo de escarabajos ampliamente distribuidos por la península ibérica caracterizados por secretar cantaridina, un tóxico de interés farmacológico en el tratamiento de las verrugas y que estos insectos utilizan para ahuyentar a sus depredadores.
“La existencia de esta nueva especie de meloido morfológicamente distintiva, encontrada en una zona aparentemente bien estudiada del centro de España, sugiere que hay otras especies del género Eurymeloe que aún no han sido descubiertas”
Alberto Sánchez-Vialas, investigador del MNCN
Estas son las características del Eurymeloe orobates
El escarabajo E. orobates es de color negro y semibrillante, con la cabeza redondeada y antenas delgadas y largas. Además, se diferencia morfológicamente de los otros miembros del género por sus setas, unos mechones rojizos dispersos por su cuerpo.
De acuerdo con el investigador Alberto Sánchez-Vialas, descubrieron cinco ejemplares, cuatro hembras y un macho. El nombre de esta especie hace referencia al entorno en el que aparecieron, deambulando por pastos y senderos de montaña (en griego, “oros” significa montaña y “bates”, caminante).
La investigación precisa que este escarabajo venenoso es una especie completamente nueva para la ciencia. “se describe una nueva especie del subgénero Bolognaia recién descrito para la Península Ibérica en base a rasgos moleculares y morfológicos”, aseguran los científicos.