Arqueólogos submarinos que estudian el naufragio del barco Antikythera encontraron la cabeza de una estatua de más de dos mil años de antigüedad, que se cree representa a Hércules y que podría ser la pieza faltante de una estatua exhibida en Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Escuela Suiza de Arqueología en Grecia localizaron la cabeza de mármol de una figura masculina barbuda, de tamaño superior al natural, que a simple vista puede identificarse con Heracles (Hércules) del llamado tipo Farnesio.
Sin embargo, los científicos creen que es muy probable que la cabeza de más de dos mil años de antigüedad pertenezca a la estatua sin cabeza del llamado “Heracles de Anticitera”, que se encuentra inventariado y exhibido en el Museo Arqueológico Nacional, y que fue recuperado por buzos de esponja en 1900.
Otros hallazgos submarinos
Además de la cabeza de Hércules, los investigadores también encontraron en el naufragio el zócalo de una estatua de mármol que incluye la parte inferior de las piernas, la cual se encuentra cubierta por una gruesa capa de depósitos marinos, que, al ser retirada, se espera pueda revelar más detalles para un análisis más profundo.
Entre los hallazgos también fueron localizados dos dientes humanos en un aglomerado sólido de depósitos marinos junto a fragmentos de cobre, madera y otros materiales propios de un desastre marítimo, informaron.
De los dientes, los especialistas esperan poder realizar un análisis genético e isotópico para deducir información sobre el genoma y otras características relevantes para el origen de los individuos a los que pertenecieron.
Además, se recuperaron numerosos objetos del equipamiento del buque, como clavos de bronce y hierro, un collar de plomo de un ancla de madera de gran tamaño y masas amorfas de concreción de hierro cubiertas por depósitos marinos, los cuales serán sometidos a rayos x y otros análisis de laboratorio especializados para identificar su función.
De acuerdo con los expertos, la posición exacta y el contexto arqueológico de cada hallazgo ha sido documentado con precisión durante la excavación y se integrará a un modelo 3D del sitio que se está desarrollando.
Se espera que con el análisis de los artefactos y las prácticas microaraqueológicas recientemente aplicables sea posible reconstruir con precisión la disposición de los restos y las condiciones del hundimiento del barco ocurrido durante la primera mitad del siglo I a.C.
Todos los hallazgos más recientes han sido transportados de forma segura a las instalaciones del Ephorate of Underwater Antiquities del Ministerio de Cultura y Deportes de Grecia, después de haber sido tratados según las instrucciones del Departamento de Conservación del Ephorate, dijeron los expertos.