Una de las consecuencias del cambio climático es el proceso de deshielo en el que entran los grandes glaciares de la Tierra, tal como ocurre con el permafrost siberiano, capa de hielo en esa zona de Rusia. Los cuales además de liberar más carbono del que pueden absorber, también han dejado al descubierto microorganismos que se encontraban atrapados en él desde hace mucho tiempo, y que podrían afectar la salud humana, indicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La activación de antiguos virus representa una potencial amenaza para la humanidad. Un nuevo virus puede causar otra pandemia, pero desafortunadamente, como ya vimos con el COVID-19, no disponemos de un antiviral de amplio espectro”, indicó Víctor Velasco Herrera, investigador de la Sección de Radiación Solar del Instituto de Geofísica de la UNAM.
De acuerdo Velasco Herrera, el resurgimiento y la reactivación de virus antiguos agrega una capa adicional de amenaza a la ecología global y la salud humana.
Según el experto, “esta situación nos lleva a una encrucijada crítica, ya que, si continuamos actuando de manera irresponsable en nuestro planeta, podríamos estar acercándonos a una nueva extinción masiva de especies, y los seres humanos podríamos encontrarnos entre las primeras víctimas”.
“La protección de la vida en el planeta y la prevención de amenazas a la salud pública deben ser prioridades que trasciendan las fronteras y las divisiones geopolíticas”, sugirió.
¿Qué tipo de microorganismos ha dejado al descubierto el deshielo de los glaciares?
Según la máxima casa de estudios de México, este año un grupo de científicos rusos, alemanes y franceses reportó, a partir de muestras antiguas del permafrost siberiano, el aislamiento de 13 nuevos virus eucariotas, siete de los cuales son Pandoravirus, un género que se distingue por su gran tamaño y complejidad.
“Los virus eucariotas no pueden existir y reproducirse fuera de una célula anfitriona, es decir, dependen de ella para su supervivencia y multiplicación. Acanthamoeba, un microorganismo unicelular que se halla con frecuencia en el entorno natural, especialmente en el aire, el suelo y las aguas dulces, saladas, residuales e incluso del grifo y embotelladas, es uno de sus portadores o vectores”, Velasco Herrera.
Sin embargo, lo verdaderamente importante es que algunas especies de Acanthamoeba tienen la capacidad de causar infecciones tanto en los seres humanos como en otros animales.
“Estas infecciones pueden manifestarse en diversas partes del cuerpo, incluyendo los ojos, la piel y el sistema nervioso central. Las infecciones oculares por Acanthamoeba, en particular, son motivo de inquietud debido a su probable gravedad”, añadió.
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Otros organismos localizados
En la Antártida también se han localizado microorganismos producto del deshielo. No obstante, estos han sido bacterias y eucariontes marinos fotosintéticos que quizá fueron arrastrados por la brisa marina dentro de partículas de agua salada que se incrustaron y congelaron en el glaciar.
Los expertos sostienen que este descubrimiento realizado en la Antártida puede ayudar a comprender mejor el microbioma planetario, a conformar un catálogo de microorganismos más extenso y a saber qué les pasará a los ecosistemas y cómo se modificarán las redes tróficas a partir de los cambios físicoquímicos ambientales planetarios.