Con la llegada del 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, donde uno se esmera por buscar y obsequiar un regalo caro, la ciencia señala que eso no es tan importante como el generar recuerdos cuando se reciba.
De acuerdo con una investgación que realizaron Michael Norton y Elizabeth Dunn, en los Estados Unidos, indicó que los recuerdos más preciados provienen del tiempo que pasamos con nuestros seres queridos por encima de los regalos que recibamos.
La experiencia no solo produce una felicidad más inmediata que los regalos materiales, sino que a menudo también garantizan una mayor felicidad a largo plazo. Los recuerdos felices son como interés compuesto por los regalos.
Norton y Dunn explicaron que otro factor que generará más emoción, por encima del regalo, es la expectativa, así que recomiendan que solo se debe de dar pequeñas pistas este 14 de febrero.
¿Qué pasa cuándo no se recibe el regalo prometido o esperado?
Sin embargo, Jeff Galak, profesor asistente de marketing en la Escuela de Negocios Tepper de la Universidad Carnegie Mello, asevera que una de las mayores fuentes de decepción al regalar algo es cuando el donante se sale del guión en un intento de sorprender.
Esto crea un “desajuste” fundamental en el pensamiento “el donante quiere ‘sorprender’ al destinatario y darle un obsequio que se pueda disfrutar de inmediato, en el momento, mientras que el destinatario está más interesado en un obsequio que proporcione valor a lo largo del tiempo”, mencionó.
Un estudio del 2011 en el Journal of Experimental Social Psychology encontró que los destinatarios de los obsequios preferirían recibir lo que pidieron que una sorpresa “reflexiva”.
Otra investigación, pero en 2012, encontró que los participantes que recibieron un obsequio extraño y no deseado de poco valor lo calificaron como más deseable cuando se les dijo que había sido cuidadosamente elegido solo para ellos.
Incluso si el regalo es de gran valor para el receptor, es necesario decirle por qué se lo compró de todos modos; hace que el pensamiento parezca aún más reflexivo.
En cuanto al precio, los receptores no informaron más satisfacción con obsequios costosos que con obsequios más baratos.
Además, también se menciona que envolver el regalo de una manera especial y colocarle el nombre generará más expectativa y el recuerdo perdurará.