Diariamente, decenas de meteoros ingresan a la Tierra, cruzan el cielo y caen en nuestro planeta; en algunas ocasiones es posible verlos en cielo mexicano y se pueden captar en diversos puntos de la República.
Otros, por la contaminación lumínica, pasan desapercibidos; sin embargo, nuestro mundo registra la marca de las huellas de impacto que dejan los aerolitos al chocar contra la superficie de un planeta, tal es el caso del famoso cráter de Chicxulub y de otros más.
Aquí en Unotv.com te presentaremos los principales cráteres por meteorito o asteroide y dónde se localizan.
¿Qué es un cráter de impacto?
De acuerdo con el sitio de la NASA en español, un cráter de impacto “se forma cuando un objeto, como un asteroide o meteorito, choca con la superficie de un objeto sólido más grande, como un planeta o la Luna”.
Sin embargo, para formar un cráter de impacto se requiere que el objeto viaje muy rápido, a velocidades de kilómetros por segundo. Después del choque y la formación del cráter, se crean enormes ondas de choque a través del suelo, dejando un gran agujero circular y rocas destruidas, señala la NASA, tal como sucedió en la península de Yucatán, en la región de Chicxulub.
Nuestro planeta presenta huellas de estos impactos con rocas del espacio en diversos puntos, te mostramos algunos de los más destacados.
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El cráter de Chicxulub y la extinción de los dinosaurios
El famoso cráter de Chicxulub, del que algunos científicos reconstruyeron su trayectoria, fue descubierto en los años 70 en las aguas de la península de Yucatán; algunos le calculan un diámetro de 20 kilómetros y más o menos un agujero de 30 kilómetros de profundidad, y se le atribuye ser el responsable directo de la extinción de los dinosaurios no aviares y del 75% de las especies que habitaban la Tierra hace unos 66 millones de años. Su impacto, de acuerdo con algunos estudios, liberó el equivalente a 7 mil millones de veces la energía de la bomba de Hiroshima.
El cráter que también es Patrimonio de la Humanidad
Ubicado en Sudáfrica, el cráter de Vredefort es, a decir de la NASA, “el cráter de impacto más grande conocido en la Tierra”, con casi 300 kilómetros de ancho; su impacto ocurrió hace unos 2 mil millones de años, por lo que se trata de uno de los ejemplos más antiguos del impacto causado por meteoritos; por su característica especial, un anillo de colinas o domo Vredefort fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2005.
El impacto que liberó una riqueza minera
Hace unos mil 850 millones de años, aproximadamente en lo que hoy es Ontario, Canadá, se formó un cráter debido a un meteorito, conocido como Sudbury Basin, que tiene un diámetro de más de 130 kilómetros y con una profundidad de 16 kilómetros. Además de estar entre los más grandes, es uno de los más antiguos. El golpazo provocó que se liberara toda una riqueza minera de metales como níquel, zinc, hierro y cobre. Pese a este tesoro, se pretende que la zona destaque como reserva natural.
Conos y cuarzos en Australia
En el lago de Acraman, en Australia, se halla este cráter en las aguas del lago de Acraman, con un diámetro aproximado de 90 kilómetros; sin embargo, pese a que se descubrió a finales de los años 80, se calcula que este meteorito cayó a la Tierra hace unos 580 millones de años; existen diversas controversias por sus medidas debido a que el “hoyo” no está muy bien conservado.
Un tesoro de diamantes
El cráter de Popigai, ubicado a 400 kilómetros de la ciudad de Khantiga, en Siberia, Rusia, no sólo destaca por su diámetro de 100 kilómetros ni por su edad (según los geólogos, unos 35 millones de años), sino porque en su interior se alberga una reserva de diamantes que algunos calculan en 5 mil millones de quilates. De acuerdo con algunos estudiosos, el impacto del choque transformó el grafito del suelo en diamantes. Asimismo, es considerado por la Unesco como patrimonio geológico.
El ojo de Quebec
Otro meteorito que se ubica en lo que actualmente es un lago, es el cráter de Manicouagan, en el lago canadiense del mismo nombre, donde se dio el impacto hace unos 215 millones de años y dejó un diámetro de casi 100 kilómetros. Ubicado en Quebec, Canadá, es uno de los cráteres mejor conservados, si bien se halla inundado y forma una isla, algunos lo conocen como El ojo de Quebec.
El cráter de la polémica
El cráter de Woodleigh recibió reflectores en el 2000, cuando fue presentado en la revista Earth and Planetary Science Letters; se halla en Australia Occidental. Se calcula que la extensión de su diámetro puede ir de 40 a 120 kilómetros y se sospecha que cayó hace unos 200 a 280 millones de años, algunos científicos especulan que este meteorito pudo haber causado hasta el 90% de la pérdida de las especies de la Tierra hace unos 247 millones de años.
Hallado en el desierto
El conocido como cráter de Morokweng, en África del sur, es otro de los hoyos más recientes: se descubrió en 1994; debido a que es de los llamados cráteres de impacto enterrado, no se observa a simple vista, está en el desierto de Kalahari, cerca de la ciudad de Morokweng, en una provincia del noroeste de Sudáfrica, casi frontera con Botswana. Tiene una abertura de 70 kilómetros y se calcula que el choque de este asteroide con la Tierra se dio hace unos 145 millones de años.