¿En qué se parecen las ballenas y delfines a los humanos?

Este 23 de julio es el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines 2020, y una forma de celebrarlo es conociendo un poco más a estas especies, sobre todo aquellos aspectos que las hacen parecerse a los humanos.

¿En qué se parecen las ballenas y delfines a los humanos?

De acuerdo con Luis Medrano González del departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y una investigación hecha por la agencia pública de noticias de Alemania, las ballenas poseen una serie de aspectos parecidos a los seres humanos.

• Caminamos y nadamos

Las ballenas también fueron seres terrestres como lo son ahora los seres humanos, y es que a pesar de lo que se cree, las ballenas no están relacionadas con los peces sino con los hipopótamos. De acuerdo con investigaciones genéticas y hallazgos de fósiles, los antepasados de las ballenas caminaban en cuatro patas, pero debido a los cambios en las condiciones de vida, desde hace 55  millones de años, se instalaron en el agua hasta convertirse en el animal que hoy se conoce.

• Dieta

Existen ballenas con dientes y con barbas. Generalmente, las ballenas y delfines dentados pueden alimentarse de peces, focas, pulpos e incluso tiburones, además de que son de menor tamaño que las barbadas, las cuales se identifican por ser de gran tamaño y alimentarse de plancton y pequeños cangrejos.

Las ballenas del tipo barbadas están consideradas como uno de los animales más grandes sobre la Tierra. La especie más grande es la ballena azul que puede llegar a medir hasta 30 metros de largo y pesar hasta 200 toneladas; se cree que su gran tamaño se debe a que necesita una mayor cantidad de masa corporal para mantenerse caliente en las frías corrientes marinas que habita, igual que los seres humanos que tendemos a consumir más calorías en invierno.

• Anatomía

Las ballenas y los seres humanos comparten ciertas similitudes anatómicas, por ejemplo el estómago, el cerebro, glándulas mamarias, el olfato y el sentido del gusto.

• Sanas

Además las ballenas con barbas pueden llegar a vivir hasta 200 años, como es el caso de la ballena de Groenlandia. Una de las razones de su longevidad podría ser la protección genética que tienen las ballenas para no desarrollar cáncer, como otras especies, incluidos los humanos. Eso las hace ser uno de los pocos animales que superan la media de vida animal que es de 40 años.

• Comunicación

Las ballenas dentadas por su parte utilizan el ultrasonido para la ecolocalización, esto les ayuda a casar, e identificar los diferentes tipos de peces. Mientras que, ballenas como las jorobadas son conocidas por su melodioso canto. Además, los delfines y ballenas son capaces de comunicarse entre sí en diversos “idiomas o dialectos” y aprender nuevos sonidos al convivir, tal como sucede con los seres humanos.  

• Crianza

Las ballenas y los seres humanos son mamíferos, por lo tanto amamantan a sus crías, sólo que los cetáceos alimentan a sus crías lanzando a la boca de sus pequeños una leche espesa con hasta 50% grasa para evitar que se disuelva en el agua.

• Familia

Otro dato, es que las ballenas, específicamente las orcas entran en una etapa de menopausia al igual que las mujeres. Además suelen vivir en grupos familiares lidereados por hembras, es decir suelen convivir en sistemas de matriarcado, la hembra líder ejerce una especie de labor de abuela en la que se encarga de cuidar a las crías más jóvenes

Día Mundial de las ballenas y delfines 2020

Cada 23 de julio desde 1986 se celebra el Día Mundial de las Ballenas y Delfines, a petición de la Comisión Ballenera Internacional, la intención es reconocer la importancia de estos mamíferos en los ecosistemas marinos y por ende para la existencia humana, además de hacer un llamado contra la caza de este tipo de especies, según diversas instituciones a nivel mundial.

De acuerdo a WWF, los cetáceos tienen una gran influencia sobre los ecosistemas que habitan y es probable que la disminución significativa de su población tenga repercusiones catastróficas sobre ellos. Cada año, más de 300 mil cetáceos se enredan y se ahogan en artes de pesca dañinos como las redes de enmalle.