La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) detectó desde el espacio las primeras señales de lo que será el fenómeno de “El Niño” este 2023 en el Océano Pacífico ecuatorial.
Los datos más recientes del satélite estadounidense-europeo Sentinel-6 Michael Freilich sobre el nivel del mar, muestran ondas de Kelvin que tienen aproximadamente de 5 a 10 centímetros de altura en la superficie del océano y cientos de kilómetros de ancho, moviéndose de oeste a este a lo largo del ecuador hacia la costa oeste de América del Sur.
Según la NASA, cuando en el ecuador se forman las ondas de Kelvin traen agua cálida, que se asocian con niveles más altos del mar, desde el Pacífico occidental hasta el Pacífico oriental, y en primavera una serie de ondas Kelvin es un indicio de “El Niño”.
¿Qué es el fenómeno de “El Niño”?
“El Niño” es un fenómeno climático periódico que puede afectar los patrones climáticos en todo el mundo, el cual se caracteriza por niveles del mar más altos y temperaturas oceánicas más cálidas que el promedio a lo largo de las costas occidentales de las Américas.
Durante la presencia del fenómeno de “El Niño”, el agua se expande a medida que se calienta, por lo que los niveles del mar tienden a ser más altos en lugares con aguas más cálidas. “El Niño” también está asociado con un debilitamiento de los vientos alisios.
Efectos de “El Niño” en el clima mundial
Esta condición puede traer condiciones más frías y húmedas al suroeste de los Estados Unidos y sequía a los países del Pacífico occidental, como Indonesia y Australia.
Tanto la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) como la Organización Meteorológica Mundial han informado recientemente de mayores posibilidades de que “El Niño” se desarrolle a fines del verano. El monitoreo continuo de las condiciones del océano en el Pacífico por instrumentos y satélites como Sentinel-6 Michael Freilich debería ayudar a aclarar en los próximos meses qué tan fuerte podría llegar a ser.
“Estaremos observando este ‘El Niño’ como un halcón”, dijo Josh Willis, científico del proyecto Sentinel-6 Michael Freilich en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.
“Si es uno grande, el globo verá un calentamiento récord, pero aquí en el suroeste de los Estados Unidos podríamos estar viendo otro invierno húmedo, inmediatamente después del remojo que tuvimos el invierno pasado”.
Josh Willis, científico del proyecto Sentinel-6 Michael Freilich
“Este tipo de avistamientos permite a la NASA conocer no sólo la forma y la altura del agua, sino también su movimiento”, dijo Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa de la NASA y gerente de Sentinel-6 Michael, quien indicó que “las olas del océano arrojan calor alrededor del planeta, trayendo calor y humedad a nuestras costas y cambiando nuestro clima”.