Descubren nueva especie de tiranosaurio en Coahuila
Del desierto del sureste de Coahuila fueron rescatados los restos de un nuevo pariente del Tyrannosaurus rex (tiranosaurio).
Se trata del Lobocania Aguillonae, espécimen que vivió hace aproximadamente 72.5 millones de años, en el período Cretácico tardío.
Fue en el año 2002 cuando los restos de cráneo fueron localizados en el Cerro del Pueblo, en el ejido La Parrita, municipio de General Cepeda.
“Era el terror de todos los dinosaurios de su tiempo. Es un animal carnívoro, imagínate, es una bestia grandísima que sólo come carne. Hablábamos de un ejemplar de 3 toneladas, se ha estimado con base en los huesos que se tienen, de la mandíbula, que el adulto podía alcanzar los 10 metros”, informa Martha Carolina Aguillón, paleontóloga del museo del Desierto que encabezó el hallazgo.
Esta tribu, distinta de tiranosaurios, tenía mandíbulas poderosas, pero era más pequeña y tenía piernas más largas y delgadas que el T. Rex, lo que sugiere que estaban diseñados para la velocidad.
Incluso, en un principio, se llegó a pensar que se trataba de un raptor.
“Cuando Martha lo descubrió, cuando me lo presentó, me dijo: ‘tengo uno, pero parece un raptor gigante’… Tenemos dos frontales del animal y eso es muy diagnóstico, es un tiranosáurido… A partir de ahí, nosotros pudimos comparar que era una especie de Lobocania, más antiguo”, destaca Héctor Rivera, paleontólogo del Museo del Desierto de Saltillo.
Este hallazgo sugiere que la diversidad de dinosaurios carnívoros era mayor de lo que se conocía previamente y para los paleontólogos coahuilenses, significa haber encontrado al depredador, pieza clave de la cadena alimenticia.
“En esta riqueza paleontológica faltaba uno, el carnívoro. Implica que este rompecabezas de Norteamérica tiene una pieza más, ya podemos determinar que había tiranosaurios al Norte. Que había un claro de tiranosaurios sureños como Bistahieversor y Terayophoneus y ahora Lobocania”, abunda el paleontólogo Héctor Rivera.
En 1974 fue descubierto un primer espécimen de Lobocania en el estado de Baja California, lo que demuestra que los tiranosaurios tenían grupos geográficos pequeños, con especies distintas, habitando diferentes partes del continente.