Un grupo de investigadores descubrieron una muralla de piedra de hace 11 mil años de antigüedad, perteneciente a la edad de piedra, bajo el Mar Báltico, a una profundidad de 21 metros. cerca de la costa noreste de Alemania.
La sorprendente estructura fue descubierta por el geólogo marino Jacob Geersen mientras realizaba estudios del lecho marino con estudiantes de la Universidad de Kiel con fines de entrenamiento.
Un año después, Geersen regresó al sitio, ubicado a unos 10 kilómetros de la localidad costera de Rerik, acompañado de buzos de investigación y expertos en la prehistoria de la Universidad de Rostock.
Utilizando la ecosonda, Geersen y su equipo pueden reconstruir la topografía del área en diferentes períodos. Su objetivo es comprender cómo la muralla de piedra formaba parte de la época.
Los investigadores prehistóricos están seguros de que la muralla tiene al menos 10 mil años, pero es más probable que tenga 11 años de antigüedad.
Debido al aumento del nivel del mar, la muralla debe tener al menos 8 mil 500 años. Sin embargo, en ese momento, la región estaba cubierta de bosques, lo que plantea preguntas sobre la función de la muralla. Marcel Bradtmoeller, investigador prehistórico, sugiere que podría haber sido una estructura de caza-
“Si asumimos que es una estructura de caza, entonces es para la capturar renos, y luego debemos analizar cuándo los renos abandonaron estas latitudes y se dirigieron al norte. Y eso fue hace 10,000, 10,500 o 11,000 años“, explica Bradtmoeller.
La muralla de piedra no era un obstáculo físico, sino más bien una especie de barrera para conducir a los renos hacia una emboscada por parte de los cazadores del Paleolítico.
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Para comprender completamente la muralla, los investigadores buscan la parte donde los cazadores emboscaron a los renos. Aquí, los arqueólogos esperan encontrar herramientas de pedernal y puntas de flecha dejadas por los cazadores.
Bradtmoeller también espera responder otras preguntas surgidas por la existencia de esta estructura en un momento de densidad de población extremadamente baja.
Los hallazgos en la muralla de piedra, bautizada como “Blinkerwall” en referencia a un banco de arena cercano, pueden ayudar en la datación precisa. Herramientas y armas pueden asignarse a un período específico, y sustancias orgánicas debajo de las piedras pueden datarse.
Las mediciones de luminiscencia en el sedimento o en la superficie de las piedras encontradas bajo la muralla pueden revelar cuándo fueron expuestas por última vez a la luz solar.