Un equipo de astrofísicos descubrió una familia de casi 500 estrellas llamada Theia la cual habita la Vía Láctea y tiene una extensión de más de 500 años luz.
Después de combinar múltiples conjuntos de datos capturados por el telescopio espacial Gaia, investigadores de la Universidad Northwestern descubrieron que las 468 estrellas de Theia nacieron al mismo tiempo y viajan en la misma dirección a través del cielo, por lo que en realidad son una familia.
De acuerdo con los expertos, “las casi 500 estrellas dentro de Theia tienen una abundancia similar de hierro, lo que significa que, hace 100 millones de años, las estrellas probablemente se formaron juntas“.
Además, los investigadores examinaron un conjunto de datos de curvas de luz, que indicó cómo ha cambiado el brillo de las estrellas con el tiempo.
Con la ayuda de los datos del Satélite de reconocimiento de exoplanetas en tránsito de la NASA y de la Instalación transitoria de Zwicky, que produjeron curvas de luz para las estrellas en Theia 456, Andrews y sus colegas pudieron determinar que las estrellas en la corriente comparten una edad común.
“Creemos que todas estas estrellas nacieron juntas y tienen un origen común”, dijo Jeff Andrews, astrofísico y miembro del equipo de científicos.
Si bien los investigadores saben desde hace mucho tiempo que las estrellas se forman en grupos, la mayoría de los cúmulos conocidos son de forma esférica, recientemente los astrofísicos han comenzado a encontrar nuevos patrones en el cielo.
“A medida que comenzamos a ser más avanzados en nuestra instrumentación, nuestra tecnología y nuestra capacidad para extraer datos, hemos descubierto que las estrellas existen en más estructuras que grupos”, dijo Andrews.
Por lo que ahora creen que largas hileras de estrellas alguna vez fueron cúmulos apretados, gradualmente desgarrados y estirados por las fuerzas de las mareas.
“Lo emocionante de Theia 456 es que no es un pequeño grupo de estrellas juntas. Es largo y estirado. Hay relativamente pocos arroyos cercanos, jóvenes y tan dispersos”, dijo el experto.
Theia no había sido vista debido a que habita dentro del plano galáctico de la Vía Láctea, por lo que se pierde fácilmente dentro del fondo de la galaxia de 400 mil millones de estrellas. Además de que los telescopios apuntan lejos de la galaxia en la que habita el planeta Tierra, porque la mayoría de las corrientes estelares se encuentran en otras partes del universo.
“Tendemos a enfocar nuestros telescopios en otras direcciones porque es más fácil encontrar cosas”, dijo Andrews. “Ahora estamos empezando a encontrar estas corrientes en la propia galaxia. Es como encontrar una aguja en un pajar. O, en este caso, encontrar una onda en un océano”.
Este hallazgo fue dado a conocer durante una rueda de prensa virtual en la 237ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense.