Científicos de la Universidad de California en San Diego dieron a conocer que grandes cantidades de agua caliente provenientes del Océano Pacífico ingresan al Océano Ártico formando “bolsas de calor” que contribuyen al derretimiento del hielo marino en la región.
De acuerdo con los expertos, una fracción significativa del agua salada caliente del Océano Pacífico llega al Ártico a través del Estrecho de Bering, particularmente durante los meses de verano, a través de un proceso de subducción.
Esto quiere decir, que el agua caliente se desliza por debajo de las aguas árticas, la cual puede extenderse posteriormente cientos de kilómetros hacia el Beaufort Gyre; “calentando” el hielo desde abajo durante meses o incluso años.
Al moverse hacia el Ártico, las aguas calientes crean una especie de “bolsas de calor” en las frías aguas que recorren, las cuales giran como remolinos hacia el norte debajo de la capa de hielo, acelerando el derretimiento del hielo marino en la región.
Aunque el estudio señala que el agua de origen pacífico aporta tanto calor como propiedades biogeoquímicas únicas, contribuyendo a un ecosistema ártico cambiante, los científicos indican que la capacidad para comprender o pronosticar el papel de esta masa de agua entrante se ha visto obstaculizada por la falta de comprensión de los procesos físicos que controlan la subducción y evolución de esta agua cálida.
Con este hallazgo, los científicos esperan desarrollar mejores sistemas de predicción climáticos relacionados con el derretimiento de los glaciares y el calentamiento global.