Mercurio ha dejado de ser el cuerpo celeste más cercano al Sol, por lo que el astro rey ahora tiene como nuevo vecino un asteroide, según los nuevos descubrimientos de Scott S. Sheppard, un científico de la Carnegie Institution of Science.
Se trata del asteroide recién descubierto, llamado 2021 PH27, el cual ha sido catalogado como el cuerpo espacial más rápido en orbitar el Sistema Solar, pues puede girar alrededor del Sol en sólo 113 días, siendo el período orbital más corto conocido para un asteroide y el segundo más corto para cualquier objeto del Sistema Solar después de Mercurio.
“Lo más probable es que 2021 PH27 se haya desalojado del cinturón principal de asteroides entre Júpiter y Marte y la gravedad de los planetas interiores moldeó su órbita en su configuración actual”, dijo Sheppard.
Aunque, indicó que “basado en su gran ángulo de inclinación de 32 grados, es posible que el asteroide 2021 PH27 sea un cometa extinto del Sistema Solar exterior que se aventuró demasiado cerca de uno de los planetas, ya que la trayectoria de su viaje lo acercó al planeta interior del Sistema Solar”.
Tiene aproximadamente 1 kilómetro de tamaño y se encuentra en una órbita inestable que cruza la de Mercurio y Venus, lo que significa que en unos pocos millones de años puede ser destruido en una colisión con uno de estos planetas o el Sol, o ser expulsado de su posición actual.
De acuerdo con el experto, debido a que el asteroide está tan cerca del campo gravitacional masivo del Sol, éste experimenta los efectos relativistas generales más grandes de cualquier objeto conocido del Sistema Solar.
Esto se ve en una ligera desviación angular en su órbita elíptica a lo largo del tiempo, un movimiento llamado precesión, que ocurre aproximadamente a un minuto de arco por siglo.
El estudio de este hallazgo publicado en Carnegie Science, señala que la observación de la precesión de Mercurio desconcertó a los científicos hasta que la Teoría de la Relatividad General de Einstein explicó sus ajustes orbitales a lo largo del tiempo, sin embargo, la precesión de 2021 PH27 es incluso más rápida que la de Mercurio.
“2021 PH27 se acerca tanto al Sol que la temperatura de su superficie llega a alrededor de 900 grados Fahrenheit en la aproximación más cercana, lo suficientemente caliente como para derretir el plomo”, mencionó Sheppard.
Ahora, el asteroide pronto pasará detrás del Sol y no será observable desde la Tierra hasta principios del próximo año, momento en el que los observadores podrán refinar su órbita con la precisión necesaria para darle un nombre oficial.
¿Cómo fue posible el hallazgo?
Los expertos señalan que un censo de asteroides cerca y dentro de la órbita de la Tierra es crucial para identificar aquellos que potencialmente podrían impactar nuestro planeta, pero son difíciles de detectar porque se acercan a la Tierra durante el día.
Por ello, el único método eficaz para detectar asteroides que se mueven alrededor del Sol en órbitas más cercanas que la de la Tierra es tomar imágenes cuando el Sol se pone o sale, tal como lo hicieron Ian Dell’Antonio and Shenming Fu con la Dark Energy Camera del telescopio Blanco de 4 metros, de la National Science Foundation (NSF).
Dell’Antonio y Fu en colaboración con Sheppard, pasaron de enfocarse en algunos de los objetos más distantes del universo a algunos de los más cercanos, y utilizaron los primeros minutos del crepúsculo vespertino del 13 de agosto para tomar las imágenes en las que Sheppard pudo encontrar horas más tarde al nuevo vecino del Sol, el asteroide 2021 PH27.
“Debido a que el objeto ya estaba bajo el resplandor del Sol y se movía más hacia él, era imperativo que determinamos la órbita del objeto antes de que se perdiera detrás de nuestra estrella central”, explicó Dave Tholen de la Universidad de Hawai, quien midió el rápido movimiento de posición del asteroide en el cielo y predijo dónde estaría la noche después del descubrimiento inicial.
“Supuse que para que un asteroide de este tamaño permanezca oculto durante tanto tiempo, debe tener una órbita que lo mantenga tan cerca del Sol que sea difícil de detectar desde la posición de la Tierra”, dijo Tholen.
Además, la noche siguiente, los astrónomos obtuvieron imágenes adicionales utilizando los telescopios Magellan en el Observatorio Las Campanas de Carnegie en Chile, así como nuevamente con el telescopio Blanco de 4 metros de NSF.
Los expertos señalan que las observaciones futuras de este objeto arrojarán más luz sobre sus orígenes, mientras que comparar el 2021 PH27 con objetos que orbitan más allá de la Tierra mejorará el conocimiento de los investigadores sobre su composición y los materiales que permiten su supervivencia en estas condiciones extremas; ya que un objeto como el asteroide 021 PH27 experimenta un gran estrés térmico e interno debido a su proximidad al Sol.